Nació en Cuenca el día 9 de diciembre de 1890 y fue bautizado el 15 del mismo mes en la Parroquia de San Esteban con los nombres de José María Cipriano. Se casó con Dª. Ana María de San Julián, el 11 de mayo de 1916, en la misma parroquia, en Cuenca. Tenía cuatro hijos: Lorenza, Jesús, Carmen y José María. Tenía el oficio de carpintero.

Era católico practicante miembro activo de la Conferencia de San Vicente de Paúl de los Padres de Familia y propagandista entusiasta de las Hermandades y Asociaciones religiosas, habiendo sido fundador de las cofradías de Nuestra Señora de las Angustias y de Nuestra Señora de la Amargura con San Juan Apóstol en la parroquia de El Salvador. Muy caritativo con los pobres, se dice que en una ocasión quitó una manta de la cama de sus hijos para llevársela a algún pobre. Tenía un hermano sacerdote, D. Lorenzo Ortega Montalbán. Ejemplo de laboriosidad y honradez intachable cooperó a la fundación de la Agrupación Ciudadana y Agraria. Y en las elecciones del año 1932, fue elegido Concejal por gran mayoría de votos defendiendo siempre en el Ayuntamiento la representación de los católicos.

El 5 de septiembre de 1936, en plena persecución religiosa, fue detenido en su domicilio y conducido al Comité del Frente Popular quien ordenó su encarcelamiento que duró hasta el 29 del mismo mes, en que por orden de la autoridad judicial fue puesto en libertad. Mientras tanto los milicianos clausuraron su taller después de haberlo saqueado y robado llevándose bancos, herramientas y todo lo demás.

Poco tiempo después, tres milicianos de la Columna del Rosal, portadores de una orden de detención firmada por el Gobernador Civil de la provincia, lo detuvieron nuevamente, conduciéndolo al Seminario convertido en cárcel donde al anochecer del día 1 de enero de 1937 quedó incomunicado, siendo fusilado en el cementerio de Cuenca donde fue sepultado el cadáver. Murió asesinado en las primeras el 3 de enero de 1937, junto con don Eloy Martínez de Toro, en las tapias del cementerio de Cuenca, sólo por ser católico y hombre de bien dando testimonio de su fe católica.