Belinchón González De Mendoza, José Andrés
Labrador
El Siervo de Dios era de profesión labrador. Recibió una buena educación cristiana, al igual que sus hermanos. Se caracterizó por ser un buen hombre, trabajador, social y religioso fiel. Además, se distinguió por ser defensor de la religión católica, era querido por todos en su pueblo, donde trascurría su vida con toda paz y tranquilidad. Iniciada la persecución religiosa, dada su condición de católicos y sólo por ese motivo, tuvo que huir de su pueblo junto con sus hermanos, ya que temían por su vida porque además habían sido amenazados.
Cuando ya se había generalizado la persecución religiosa en España y encontrándose segando en el campo con sus hermanos se presentó un primo suyo llamado Eusebio y le notificó los sucesos criminales que se estaban cometiendo en el pueblo. Ellos, presintiendo que los matarían, huyeron y atravesando el río Tajo, llegaron a la provincia de Guadalajara, donde fueron detenidos y conducidos a la cárcel provincial de Guadalajara. Una vez detenidos, informaron a los milicianos de Zarza de Tajo que fueron a por el Siervo de Dios, sus hermanos y Eusebio García-Cuenca Parra y los mataron en Vicálvaro.
Murió asesinado el 24 de agosto de 1936, en la carretera de Vicálvaro (Madrid) por ser un buen católico y por odio a la fe. Lo enterraron en el cementerio municipal de Vicálvaro. Tenía 21 años de edad cuando fue asesinado. Quienes le conocieron lo tienen como mártir.




