Sáez Ferrer, Cesáreo

Párroco de Landete

Nació en Fuentelespino de Moya, Cuenca, el 20 de abril de 1877. El Siervo de Dios ingresó en el colegio de San José como infantillo de coro, de donde pasó al Seminario conciliar de San Julián en Cuenca realizando los estudios eclesiásticos, desde el año 1898. Fue ordenado presbítero el 6 de junio de 1903 por el Obispo de Cuenca, Monseñor Wenceslao Sangüesa y Guía.

En ese mismo año, de su ordenación, fue enviado como coadjutor a Campillo de Altobuey, en 1909 a La Portera (Requena) pueblo de Valencia pero que pertenecía a la Diócesis de Cuenca, en 1915 coadjutor en Requena, en 1927 volvió a La Portera pero esta vez de párroco, en 1923 coadjutor en Requena y en 1930 párroco de Landete. Sirvió también en Los Pedrones y algún tiempo en Campo Arcis.

Era bajo de estatura, apocado de espíritu e inteligencia clara, como demostró en el Seminario y en Requena, dando clase de Religión. En La Portera mejora la primitiva iglesia, dotándola de cuatro altares nuevos, y construyó la sacristía, de la que carecía. En verano, cuando tenía algo más de tiempo, dedicaba a la caza y a la pesca el tiempo de esparcimiento en los montes de la provincia.

Al iniciarse la persecución religiosa en Landete destrozaron la iglesia parroquial y la ermita con todas las imágenes, archivos y ornamentos. Cuando arreció la persecución religiosa, en julio de 1936, avisado por el Comité local para que salvara su vida, don Cesáreo se refugió en Fuentelespino de Moya, su pueblo natal. Pero los milicianos de Utiel se presentaron en su casa y amenazaron de muerte a sus familiares si no decían dónde estaba. Entonces, él, que oculto todo lo estaba oyendo, se presentó a los milicianos que se lo llevaron entre insultos y malos tratos, y luego lo asesinaron en el término de Garaballa, fusilado en el barranco de la Zorra, era el 30 de septiembre de 1936.

Sus restos reposan en el cementerio de Fuentelespino de Moya, tenía 60 años. Murió asesinado por ser sacerdote y por odio a la fe católica. En su pueblo, Landete y su comarca se recuerda su muerte y se le tiene como mártir.

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Oración

Oh Dios, que concediste
la gracia del martirio
a los Siervos de Dios
Eustaquio Nieto y Martín, obispo,
y a los demás sacerdotes, religiosos y laicos
de nuestras diócesis,
haz que sus nombres aparezcan
en la gloria de los santos,
para que iluminen con su ejemplo
la vida y entrega de todos los cristianos.
Concédenos imitarlos
en su fortaleza ante el sufrimiento
y la gracia que por su intercesión te pedimos.
Por Jesucristo Nuestro Señor.
Amén.
Padrenuestro, Avemaría y Gloria.