Sáez Ferrer, Cesáreo
Párroco de Landete
En ese mismo año, de su ordenación, fue enviado como coadjutor a Campillo de Altobuey, en 1909 a La Portera (Requena) pueblo de Valencia pero que pertenecía a la Diócesis de Cuenca, en 1915 coadjutor en Requena, en 1927 volvió a La Portera pero esta vez de párroco, en 1923 coadjutor en Requena y en 1930 párroco de Landete. Sirvió también en Los Pedrones y algún tiempo en Campo Arcis.
Era bajo de estatura, apocado de espíritu e inteligencia clara, como demostró en el Seminario y en Requena, dando clase de Religión. En La Portera mejora la primitiva iglesia, dotándola de cuatro altares nuevos, y construyó la sacristía, de la que carecía. En verano, cuando tenía algo más de tiempo, dedicaba a la caza y a la pesca el tiempo de esparcimiento en los montes de la provincia.
Al iniciarse la persecución religiosa en Landete destrozaron la iglesia parroquial y la ermita con todas las imágenes, archivos y ornamentos. Cuando arreció la persecución religiosa, en julio de 1936, avisado por el Comité local para que salvara su vida, don Cesáreo se refugió en Fuentelespino de Moya, su pueblo natal. Pero los milicianos de Utiel se presentaron en su casa y amenazaron de muerte a sus familiares si no decían dónde estaba. Entonces, él, que oculto todo lo estaba oyendo, se presentó a los milicianos que se lo llevaron entre insultos y malos tratos, y luego lo asesinaron en el término de Garaballa, fusilado en el barranco de la Zorra, era el 30 de septiembre de 1936.
Sus restos reposan en el cementerio de Fuentelespino de Moya, tenía 60 años. Murió asesinado por ser sacerdote y por odio a la fe católica. En su pueblo, Landete y su comarca se recuerda su muerte y se le tiene como mártir.




