Sevilla Ladrón de Guevara, Vicente

Párroco de La Ventosa

Vicente nació en La Ventosa, provincia y diócesis de Cuenca, el día 19 de abril de 1880. Su padre, Luis Sevilla, era propietario de las tierras que él mismo trabajaba. Tuvo dos hijos de su primera mujer: Miguel Sevilla Peña, que fue también sacerdote, y Concepción. Se casó por segunda vez al enviudar, con Juana Ladrón de Guevara y de ese segundo matrimonio nacieron Amparo, Luis, Anunciación, Manuel, Vicente, Presentación (con la cual vivió en La Ventosa el Siervo de Dios) y Josefa. Vicente fue bautizado en La Ventosa el día 21 de abril de 1880.

El Siervo de Dios realizó los estudios eclesiásticos en el Seminario conciliar de San Julián en Cuenca, durante los cursos de 1899-1904. Fue ordenado presbítero el 28 de mayo de 1904, por el Obispo de Cuenca, Monseñor Wenceslao Sangüesa y Guía.

Tras su ordenación fue nombrado párroco a su pueblo natal donde ejerció su ministerio, junto con cuatro sacerdotes más. En esta parroquia se rezaba el Rosario diariamente, las flores en el mes de mayo y el mes de junio en honor del Corazón de Jesús en la ermita del Calvario. Iba en borriquilla de pueblo en pueblo para decir las misas que le tocaban y destacaba en la visita a los enfermos y la caridad para con los pobres, a quienes obsequiaba llevándoles algo de leche, y también en el ejercicio de las confesiones.

Cuando se inició la persecución religiosa, estuvo diciendo Misa y vistiendo sotana hasta el día 2 de agosto. Poco después, destrozado todo, el templo fue utilizado como caballería y la ermita como almacén de grano. El Siervo de Dios se refugió en el cercano pueblo de Fuentesclaras, pero advertido de que no pasaría nada en la Ventosa, volvió para estar entre su rebaño. Sin embargo, el 5 de septiembre de 1936, llegó al pueblo la Columna del Rosal, y eso conllevó que fuera detenido junto con su sobrino seminarista Miguel y otras personas del pueblo, los metieron en un camión y se los llevaron para matarlos en la Pradera de San Isidro (Madrid). Cuentan que cuando llegó al lugar del asesinato ya llevaba la cara ensangrentada debido al maltrato que sufrió durante el camino, incluso que le arrancaron los ojos. Murió asesinado el 5 de septiembre de 1936, en la Pradera de San Isidro (Madrid).

Lo enterraron en 1959 en la Basílica de la Santa Cruz del Valle de los Caídos. Tenía 56 años de edad cuando fue asesinado por ser sacerdote.

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Oración

Oh Dios, que concediste
la gracia del martirio
a los Siervos de Dios
Eustaquio Nieto y Martín, obispo,
y a los demás sacerdotes, religiosos y laicos
de nuestras diócesis,
haz que sus nombres aparezcan
en la gloria de los santos,
para que iluminen con su ejemplo
la vida y entrega de todos los cristianos.
Concédenos imitarlos
en su fortaleza ante el sufrimiento
y la gracia que por su intercesión te pedimos.
Por Jesucristo Nuestro Señor.
Amén.
Padrenuestro, Avemaría y Gloria.