Navarro Moya, Francisco
Farmacéutico. Miembro de la Adoración Nocturna
Se distinguía por ser un católico practicante, animador de las cofradías del pueblo, y socorría con sus limosnas las necesidades de la iglesia parroquial. En el pueblo era muy querido de todos, por los favores que hacía, especialmente a los pobres, a quienes repartía todo el trigo recogido de las igualas de la farmacia, sin interés alguno ni plazo para devolverlo. Decía que había que tener tres capitales, uno para la farmacia, uno para vivir y otro para poder prestar. A mucha gente le dio dinero sin pretender que se lo devolviesen.
Llevaba siempre la medalla de la Virgen y el Rosario. Cuidando a su madre enferma, estuvo muchas noches sin dormir para que no velaran sus hermanas. Atendía día y noche a quién lo necesitara. No quiso ser concejal ni significarse por ningún partido. Pertenecía a la Adoración Nocturna.
Iniciada la persecución religiosa, fue multado, insultado y perseguido por las izquierdas, hasta que el día 4 de octubre de 1936 fue detenido, por rezar el Rosario, en una planta baja de la Plaza Nueva de Valdeolivas y luego asesinado con todos los demás del pueblo. En una explanada, en el lugar denominado La Quemada, en el término de Salmeroncillos de abajo, el día 4 de octubre de 1936. D. José Argos, sacerdote, les había dado a todos los encarcelados, la absolución.
Lo enterraron en el cementerio de Valdeolivas. Tenía 40 años de edad cuando fue asesinado.




