Junquero Salvador, Aneto

Párroco de Ledaña

Juan Aneto Junquero Salvador nació en Campillo de Altobuey, Cuenca, el día 27 de junio de 1870. El Siervo de Dios realizó los estudios eclesiásticos en el Seminario conciliar de San Julián en Cuenca, desde el año 1883. Fue ordenado presbítero el 17 de febrero de 1894, por el Obispo de la Diócesis de Cuenca, Monseñor Pelayo González Conde, en la Catedral de Cuenca.

Su primer destino fue coadjutor en San Clemente. Después pasó en 1897 a ser párroco en Paracuellos de la Vega, en 1907 fue regente de Arcas, pero en 1916 volvió a Paracuellos de la Vega hasta que en el año 1918 fue nombrado párroco de Ledaña. En este último destino de Ledaña, a pesar de su avanzada edad, ardía en él, un celo incansable a su ministerio sacerdotal y así se ganó las simpatías, el respeto y el afecto de sus feligreses y de quienes lo conocieron por su espíritu caritativo y ejemplar conducta, espíritu ardiente y celo incansable que siempre le acompañó en toda su vida por la gloria de Dios y la salvación de las almas.

Iniciada la persecución religiosa, en Ledaña se había mantenido la fe y la piedad religiosa gracias al sindicato católico de San Antón y a la comunidad de labradores de San Isidro. El día 11 de agosto llegó un grupo de milicianos que destrozaron la iglesia parroquial, así como todos los ornamentos sagrados y el archivo, siendo robados todos los objetos litúrgicos de valor.

Don Aneto había seguido celebrando Misa hasta el 2 de agosto. Pero consciente del peligro, buscó refugio en su pueblo natal. Un tal Moreno se llevaba a D. Aneto en el coche, en dirección a Campillo de Altobuey, pero en Minglanilla, fue reconocido por un miliciano: “Ese es el cura de Ledaña”. Y se lo llevaron detenido a Cuenca. Los milicianos tampoco respetaron a este sacerdote como a otros muchos, haciéndole sufrir numerosos malos tratos y ultrajes. El día 8 de agosto, fue trasladado al Pinar de Jábaga, donde con resignación y entereza cristiana entregó su alma a Dios.

Murió asesinado el día 8 de agosto de 1936 en el Pinar de Jábaga de Cuenca. Lo enterraron en el cementerio municipal de Cuenca. Tenía 66 años de edad cuando fue asesinado por ser sacerdote y por odio a la fe católica. A D. Aneto Junquero Salvador se le tiene como mártir de la Iglesia.

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Oración

Oh Dios, que concediste
la gracia del martirio
a los Siervos de Dios
Eustaquio Nieto y Martín, obispo,
y a los demás sacerdotes, religiosos y laicos
de nuestras diócesis,
haz que sus nombres aparezcan
en la gloria de los santos,
para que iluminen con su ejemplo
la vida y entrega de todos los cristianos.
Concédenos imitarlos
en su fortaleza ante el sufrimiento
y la gracia que por su intercesión te pedimos.
Por Jesucristo Nuestro Señor.
Amén.
Padrenuestro, Avemaría y Gloria.