García Mochales Smith, José

Párroco de Fuente de Pedro Naharro

D. José García- Mochales Smith nació el día 6 de enero de 1874 en Corral de Almaguer, provincia de Toledo. Sus padres se llamaban: Raimundo, farmacéutico del pueblo, y Rosa. Tuvo cuatro hermanos: Remedios, Narciso, Dolores y Blas.

El Siervo de Dios realizó los estudios eclesiásticos como alumno interno del Colegio de la Inmaculada Concepción de Calatrava en Salamanca, porque disfrutaba de una beca, desde el curso 1886/1887. Fue ordenado presbítero el 30 de marzo de 1900, en la Catedral de Toledo, con permiso de S. Santidad y con dimisorias del Vicario Capitular de la Diócesis de Cuenca.

Tras unos años de ministerio en pueblos de Albacete, fue nombrado párroco de Fuente de Pedro Naharro en 1917. Se distinguió por ser muy trabajador, celoso y caritativo en extremo.

Al comenzar la guerra y ante la violencia que iban tomando los acontecimientos, sus padres le insistieron que se fuera con ellos a Santander, donde estos residían, para proteger su vida. Él rehusó anteponiendo sus convicciones y su labor ministerial, no queriendo abandonar a sus feligreses en esos convulsos momentos. Cuando ya era generalizada la persecución religiosa, el día 3 de septiembre de 1936 a las seis de la tarde, se presentaron tres milicianos en su domicilio en el que vivía con su hermana Remedios y le dijeron: “Pepe, vamos a dar un paseo”. Él, sabiendo a lo que venían, les pidió unos minutos para cambiarse de zapatillas y le dijeron: “No necesitas zapatos a donde vamos…”. No obstante, tuvo un momento para dejar a su hermana unas letras de despedida. Estuvo toda la noche encerrado, y de madrugada lo condujeron hasta cerca de Belinchón y en la cuneta de la carretera lo asesinaron. Encadenado a otros siete hombres. Suplicó a sus verdugos: “Matadme a mí que no tengo hijos que me esperen, pero dejad libres a estos padres de familia, yo os perdono”. Suplicó en vano. Recibió un culatazo que le aplastó el cráneo. Todos fueron fusilados. Su cadáver fue enterrado en el mismo lugar del martirio. Según testigos, murió alabando al Señor con la advocación del Sagrado Corazón de Jesús, devoción que le acompañó durante toda su vida. Era el 4 de septiembre de 1936.

El 8 de julio de 1939 finalizada toda la persecución, sus restos fueron trasladados a la iglesia de Corral de Almaguer, Toledo, donde permanecen enterrados. Murió asesinado en la mañana del día 4 de septiembre de 1936, en la carretera, cerca de Belinchón, Cuenca, sólo por ser sacerdote y por odio a la fe católica. Se recuerda su muerte y tiene fama de mártir.

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Oración

Oh Dios, que concediste
la gracia del martirio
a los Siervos de Dios
Eustaquio Nieto y Martín, obispo,
y a los demás sacerdotes, religiosos y laicos
de nuestras diócesis,
haz que sus nombres aparezcan
en la gloria de los santos,
para que iluminen con su ejemplo
la vida y entrega de todos los cristianos.
Concédenos imitarlos
en su fortaleza ante el sufrimiento
y la gracia que por su intercesión te pedimos.
Por Jesucristo Nuestro Señor.
Amén.
Padrenuestro, Avemaría y Gloria.