Biezma, P. Santiago

  

P. SANTIAGO BIEZMA

Comunidad de San Antonio (Madrid)

El P. Santiago Biezma Moraleda nació en Consuegra (Toledo) el 25 de julio de 1904. Sus padres fueron Francisco y Natividad. Hizo los estudios primarios con los franciscanos de su pueblo y fue acólito en su iglesia. A pesar de la oposición del padre, que le necesitaba para el trabajo, pues Santiago era su primogénito, entró en el seminario menor franciscano de Belmonte (Cuenca) en 1915 y cursó en él cuatro años de humanidades. Vistió el hábito franciscano el 3 de agosto de 1919 en Arenas de San Pedro (Ávila), en donde hizo su profesión temporal el 4 de agosto de 1920. Cursó el trienio filosófico en Pastrana (Guadalajara) y seguidamente los cuatro años de teología (1923-1927) en Consuegra. En este convento hizo su profesión solemne el 25 de julio de 1925. De estudiante profeso, se mostró inteligente, con personalidad, entusiasta, aplicado, piadoso y ejemplar en su comportamiento. Fue ordenado sacerdote el 11 de junio de 1927.

Ese mismo año fue nombrado profesor del seminario menor de La Puebla de Montalbán (Toledo), del que en 1929 fue designado, además, Rector. En 1932 fue destinado al convento de Alcázar de San Juan (Ciudad Real), en donde se dedicó plenamente al apostolado y en el curso 1932-33 dio clases a dos estudiantes de teología de su Provincia religiosa. En 1934 fue nombrado socio sustituto del maestro de novicios en Arenas de San Pedro. Empezó a ejercerlo en noviembre de ese año. En 1935 fue nombrado maestro de novicios y ejerció hasta mayo de 1936, en que fue relevado por falta de salud. Los que fueron sus discípulos hablan de él como persona de gran valía, con grandes dotes como educador y de gran espíritu religioso y sacerdotal.

En junio de 1936 el P. Santiago Biezma pasó al sanatorio Gredos, en el término de La Parra, pueblo muy cercano a Arenas de San Pedro. Allí atendía a su salud, sustituía al capellán y se ocupó de la parroquia de La Parra mientras no lo impidió la guerra. Empezada ésta, siguió en el sanatorio. Cuando la comunidad franciscana de Arenas de San Pedro abandonó el convento y marchó hacia Ávila a finales de julio de 1936, el P. Guardián invitó al P. Biezma a que se les uniese, pero él dijo que no abandonaría a los enfermos ni a las religiosas que regentaban el sanatorio, aunque le costase la vida.

Varias veces intentaron sacarlo de allí los milicianos, pero el director del centro pudo evitarlo. El 30 de agosto los milicianos dijeron que se llevarían al fraile por la fuerza. Antes de salir, el P. Biezma se confesó con un sacerdote atendido en el sanatorio. Se lo llevaron a Arenas de San Pedro y lo dejaron detenido en el hospital de la sangre. Esa noche lo sacaron de allí y lo llevaron hacia Ávila. El citado jefe declaró después que lo hicieron siguiendo órdenes del Gobierno republicano de Madrid. Entre las 3 y las 4 de la madrugada del 31 de agosto de 1936, lo fusilaron junto a la carretera en el lugar llamado Arroyocastaño, en el término de Mombeltrán (Ávila). Por orden del alcalde de la localidad, el cadáver fue enterrado en un olivar, cerca del lugar de ejecución. A finales de septiembre de 1936 fue exhumado y enterrado en el cementerio municipal de Arenas de San Pedro. En 1940 sus restos fueron trasladados al convento de Consuegra a la capilla de los mártires; y en 1882, llevados, con los de todos ellos, a la iglesia franciscana de San Juan de los Reyes, de Toledo.