Rodríguez, P. Luis

  

P. LUIS RODRÍGUEZ

Comunidad de San Antonio (Madrid)

El P. Luis Rodríguez-Crespo García-Benito nació en Consuegra (Toledo) el 23 de agosto de 1879. Sus padres fueron Antonio y Juana. Despejado y alegre, a los diez años manifestó su deseo de hacerse franciscano. A la oposición de sus padres siempre replicaba: “O franciscano o nada”. Estudió las humanidades con los franciscanos de su pueblo.

Tomó el hábito franciscano el 10 de octubre de 1894 en Pastrana (Guadalajara), en donde hizo su profesión temporal en igual fecha de 1895 y estudió los dos primeros cursos de filosofía. Estudió el tercero en La Puebla de Montalbán (Toledo). De 1898 a 1902 estudió los tres cursos de teología y el de cánones en Arenas de San Pedro (Ávila). En este convento hizo su profesión solemne el 15 de noviembre de 1898. Fue ordenado sacerdote el 15 de marzo de 1902.

Sus primeros años de sacerdote los pasó en las casas de Arenas de San Pedro y Madrid. En agosto de 1905 salió para Filipinas. Desarrolló su apostolado en la isla de Samar, en las parroquias de Borongan y Sulat, por dos años. En 1907 fue nombrado capellán de las clarisas de Manila. En 1908 volvió a Samar, a las parroquias de Paranas y Orás. En 1917 fue nombrado Guardián de Ntra. Sra. de los Ángeles, de Manila, y en 1920, Comisario provincial de Filipinas

De 1923 a 1929 estuvo en el convento de Ávila como capellán y confesor de las clarisas a las que daba pláticas y conferencias. En 1929 fue nombrado Guardián del convento de Segovia. Desempeñó el oficio con caridad para con todos los religiosos, al tiempo que atendía al confesonario en el convento y en dos comunidades de clarisas. En 1932, fue destinado a Madrid como definidor provincial y confesor de las Descalzar Reales. Desde 1934 hasta su muerte fue superior de la comunidad del Cardenal Cisneros en Madrid.

El 20 de julio de 1936 ese convento fue asaltado por la gente, que puso fuego al edificio. Los religiosos fueron insultados y amenazados. Guardias de asalto sacaron a los franciscanos y los llevaron a la Dirección General de Seguridad. Después, éstos fueron trasladados a la cárcel Modelo. Además del P. Luis, entre los que formaban parte de la comunidad, se encontraba el P. Severiano Alcobendas, también encarcelado. Ambos estaban serenos y veían que Dios era servido en todo lo que estaban pasando. El 22 de agosto hubo un intento de acabar con los presos disparándoles desde las azoteas de las casas cercanas, aunque pudieron salvarse.Un sacerdote les dio la absolución.

El 16 de noviembre el P. Luis Rodíguez fue trasladado a la cárcel de San Antón. De ella fue sacado con un grupo de presos en la noche del 27 de noviembre, llevado a Paracuellos del Jarama (Madrid) y fusilado allí con todos los demás en la madrugada del 28 de noviembre de 1936.