Sánchez–Mateos y Romero, Bernardo

  

BERNARDO SÁNCHEZ–MATEOS Y ROMERO

Sacristán de la parroquia de Santa María la Mayor de Alcázar de San Juan
Bernardo Sánchez Mateos nacido en Alcázar de San Juan (Ciudad Real) el día 7 de junio del año 1867, fue bautizado en la Parroquia Santa María la Mayor de Alcázar de San Juan el día 8 de junio del mismo año por D. Pedro Romero, Cura Prior y Párroco de dicha parroquia. En el momento del Bautismo se le puso los nombres de Pedro Bernardo. Fueron sus padres Jesús Sánchez Mateos y Mariana Romero, naturales y vecinos de esta localidad. Casó con Silveria Rebato García- Alcañiz; al morir dejó cuatro hijos: Mariana, Rosario, Asunción y María Jesús. Muy caritativo. Un tío de Filipinas le dejó toda su fortuna, que él repartió con sus hermanas. Tenía una tiendecilla, en la que muchos pobres se abastecían, y, si luego no podían pagar, él perdonaba las deudas. Ejerció como sacristán y organista de la Parroquia de Santa María la Mayor de Alcázar de San Juan.

Fue miembro activo y cofundador de la “Adoración Nocturna” en Alcázar de San Juan; Secretario de la “Real Hermandad Sacramental”; Miembro de la “Conferencia de San Vicente de Paúl”; pertenecía a la “Pía Unión de San Antonio de Padua” (El Pan de los pobres); formaba parte de de la Junta de Gobierno de la “Archicofradía de Ntra. Sra. del Rosario.

Su compromiso cristiano y excepcionales cualidades reconocidas por los vecinos de Alcázar de San Juan le llevan a ser proclamado Concejal en las elecciones del 16 de noviembre del año 1911 y habiendo tomado posesión de su cargo como Concejal del nuevo Ayuntamiento el 1 de enero de 1912 y fue nombrado como suplente de Regidor Síndico. Había cumplido 54 años de edad.

Perteneció a la Comisión Permanente de Hacienda y Presupuestos, y desarrolló sus funciones en los asuntos de Operaciones de contabilidad, presupuestos, Secretaría, Archivo y Pósito municipal, junto a otros cinco concejales. Desempeñó sus funciones hasta que dejó su cargo, el 1 de abril de 1920.

Cristiano comprometido y de sólidas convicciones doctrinales no se libró de la persecución religiosa. En agosto de 1936 reunido con su familia, manifestaba con insistencia a sus hijas: "Aunque nos maten, no reneguéis jamás de la fe en Cristo". En septiembre de 1936, contando con 69 años de edad, su casa fue registrada por milicianos republicanos quienes, al encontrar en ella diversas documentación y objetos de la Virgen del Rosario a cuya Hermandad pertenecía, manifestaron que todo lo encontrado le podría perjudicar grandemente, a lo que una de sus hijas respondió: "Pues de todo esto hay mucho más". Algunos días después, cuando lo llevaban detenido para ejecutarlo, al despedirse de su familia les insistía:"No dejéis de rezar todos los días el Rosario a la Virgen".

Murió al grito de ¡Viva Cristo Rey! Además formó parte de la junta de la Pía Unión de San Antonio, defendiendo ante las autoridades la casa y Colegio de los Padres Franciscanos, construido en 1917 para la formación de los candidatos jóvenes a la Orden Franciscana. Con el advenimiento de la II República (14 de abril de 1931) y merced a los subsiguientes saqueos e incendios de iglesias y conventos (11 de mayo) se cerró dicho seminario alcazareño, repartiéndose los seminaristas por otros Colegios de Provincia: Mayorga de Campos, Puebla de Montalbán y Pastrana cuando habían decidido derribarla. Bernardo se distinguió por la defensa del Colegio y Franciscanos.

Fue abatido a tiros en el camino hacia el Cementerio y en el lugar de la muerte se conserva una de las catorce cruces del Via- Crucis levantado en dirección al Cementerio. Cuando finalizada la guerra civil se realizó la exhumación de su cadáver se le encontró en el bolsillo un rosario y la medalla de San Antonio, dañada por el impacto del tiro que le quitó la vida a la edad de 69 años. Los restos mortales se encuentran en la Basílica de Santa Cruz del Valle de los Caídos (Vol.1; nº de registro: 2.756; nº de relación: 155(número indicativo del lugar: Alcázar de San Juan); entrada en el Valle de los Caídos: 24 de marzo de 1959; columbario: 671, según certificación de Fray Santiago Cantero Montenegro, O.S.B, monje de la Abadía Santa Cruz del Valle de los Caídos, como encargado 2º del Registro de los Caídos, 2 de abril de 2008).