Villegas Muñoz, Domingo

  

DOMINGO VILLEGAS MUÑOZ

Coadjutor de La Solana
Domingo Villegas Muñoz nació en Hellín (Albacete) el día 23 de octubre de 1902. Hijo de Virgilio y Segunda. Estudió en el seminario de Ciudad Real y ordenado sacerdote, celebra su primera Misa en junio de 1926 siendo nombrado enseguida Coadjutor de Abenojar (Ciudad Real) y al año siguiente, 1927, fue trasladado a Pedro Muñoz (Ciudad Real), igualmente de Coadjutor. En 1931 llegó a La Solana (Ciudad Real) como capellán de las Monjas Dominicas, por último, en febrero de 1935 fue nombrado Coadjutor de la Parroquia. Destacó por su pobreza y humildad. Era, además de Coadjutor de la parroquia de La Solana, Consiliario de la Juventud masculina de Acción Católica, así como director de su grupo artístico.

Al iniciarse la guerra civil los milicianos tomaron desde el primer momento su modesto hogar por blanco de sus iras con registros, visitas a horas intempestivas, hasta tener que abandonarlo el 21 de julio de 1936 instalándose con su hermana Dolores en la hospedería de Juana Martín de las Mulas. Fue acusado de ser “enemigo del Régimen Republicano siendo por lo tanto de los trabajadores al mismo tiempo los más grandes enemigos…”(A. H. P. Ciudad Real, sección justicia, signatura 20, B).

La declaración de testigos, en mayo de 1944, nos ofrece algunos detalles de la persecución y muerte: Sus dos hermanas Dolores, de 32 años de dad, soltera y residente en Puertollano, calle Atajo Alto, 27; y Prudencia, casada con la misma residencia, coinciden en la declaración del año 1944 ante el Juez Municipal: “Fue detenido por dos milicianos a quienes no conoce en su domicilio, calle de las Monjas, 8, el treinta de agosto de 1936, siendo conducido a la Iglesia o capilla de las Monjas, convertida en cárcel o depósito de detenidos, en donde estuvo desde las 5 de la tarde hasta el 12 de la misma noche en que fue asesinado. Su cadáver presentaba heridas de arma de fuego y fue hallado en el interior del cementerio” (A. H. N, Causa General). D. Domingo, apenas tenía 34 años de edad.

En la madrugada del 31 de agosto de este mismo año, tras una noche de angustias y sufrimientos en la checa, se le dio muerte en el recinto del cementerio y sobre la tumba de un antiguo rebelde de la Casa del Pueblo al que por lo visto se le quiso ofrecer esta revancha. El sacerdote había pedido ser rematado y enterrado en la sepultura de su madre, fallecida tiempo atrás.