Herreros González, Francisco de Paula


FRANCISCO DE PAULA HERREROS GONZÁLEZ

Cura de Las Labores
Francisco de Paula Herreros González nació en San Carlos del Valle (Ciudad Real) el 21 de marzo de 1875, hijo de Francisco y Ruperta; aunque toda su infancia transcurre en Membrilla y es educado en un ambiente cristiano y piadoso con sus dos fervorosas tías, Teodora y Josefa. Fue enviado a Madrid para iniciar los estudios eclesiásticos al lado de su tío don Juan Herreros, Capellán de las Salesas Reales. Después pasó a Toledo, donde finaliza los estudios con el título de doctor en Teología. En Toledo recibe las Órdenes Menores y Subdiaconado (25 y 26. 3.1898) en la capilla pública del Palacio Episcopal, por el Emmo. Y Rvdmo. Dr. D. José María de Cos, Arzobispo de Madrid; Diaconado (16 y 17.12.1898) y Presbiterado en las órdenes generales del 27 de mayo de 1899 por el Emmo. Y Rvdmo Sr. Cardenal Arzobispo de Toledo D. Ciriaco María Sancha y Hervás. Ordenado sacerdote celebra su Primera Misa el 27 de mayo de 1899.

Inmediatamente fue nombrado Cura de la Puebla del Príncipe (Ciudad Real), pasando después como Coadjutor a Villanueva de los Infantes y luego a Chillón, Manzanares, Argamasilla de Alba, Cura de Alhambra de donde fue trasladado a San Carlos del Valle y, por último, a las Labores donde permanece hasta la fecha del martirio, el 31 de agosto de 1936. Es digno destacar que el veinte de abril del año mil novecientos dieciocho expedía una certificación como Párroco de San Carlos del Valle en la que se dice que: “en el libro tercero de partidas de bautismo, al folio doscientos cincuenta y dos se halla el acta de bautismo de D. Gabriel Campillo Sánchez, nacido el 18 de marzo del año 1886, natural de San Carlos del Valle” y que sería martirizado salvajemente en Montiel el día 20 de noviembre del año 1936 y sus restos mortales trasladados a San Carlos del Valle.

Como último destino fue enviado a Las Labores donde, ya sexagenario y después de haberse ejercitado en hacer mucho bien a todos y socorrer a los necesitados, cobardemente y por la espalda, lo mataron de un tiro en la nuca. Y, ya caído en tierra, una escopeta le destrozó el vientre. Quedó abandonado en la cuneta de la carretera, cerca de Puerto Lápice. Después se le arrojó, como a tantos otros, a la "Siniestra mina de Camuñas". Era el 31 de agosto de 1936. La defunción de Don Francisco se inscribió con el num. 103 de la Sección de dfunciones del Registro Civil, con fecha dos de enero de mil novecientos cuarenta, en cumplimiento de auto del Sr. Juez de Instrucción del Partido con fecha treinta de diciembre de mil novecientos treinta y nueve (A.H.N. Causa General, Ciudad Real). En Las Labores, sus asesinos presumían diciendo: "Aquí no hemos matado a nadie… más que…a Cura… ". Valioso testimonio y prueba de martirio de D. Francisco por su condición de sacerdote.

l Finalizada la guerra civil, en el Ayuntamiento de Las Labores se recibe una “Providencia del Sr. Fiscal Instructor” de Ciudad Real, con fecha de del 22 de enero de mil novecientos cuarenta y dos, para que se proceda a la exhumación de los restos del Cura Ecónomo de Las Labores don Francisco de Paula Herreros arrojado su cadáver a una mina existente en el término de Camuñas; y el 29 del mismo mes el Ayuntamiento de Las Labores responde en los siguientes términos: “Consecuente con su oficio fecha 22 del mes en curso, tengo el honor de participarle no es posible a juicio de esta Alcaldía proceder a la exhumación del cadáver de D. Francisco de Paula Herreros Cura Ecónomo que fue de esta localidad, toda vez que se encuentra en una mina en término de Camuñas, cuya profundidad se desconoce en unión de otros muchos cadáveres caídos en diferentes pueblos durante la dominación marxista y por cuya imposibilidad surgió el acuerdo de erigir un monumento en el sitio indicado que perpetúe la memoria de todos ellos, cuya mina o pozo se encuentra tapado actualmente según se informa”.