Gigante Ruíz, Jesús


JESÚS GIGANTE RUÍZ

Coadjutor de Valdepeñas
La Parroquia del Santo Cristo de Valdepeñas (Ciudad Real) contaba el año 1936 con 13.200 feligreses, atendidos por un párroco, D. Vicente Benítez García, de 71 años de edad y un coadjutor, D. Jesús Gigante Ruiz, 55 años. De ambos sacerdotes sólo D. Jesús Gigante Ruiz fue asesinado. D. Jesús Fortunato Gigante Ruiz nace en Valdepeñas (Ciudad Real) el 1 de junio de 1881; y recibe el Bautismo a los pocos días de nacer en la Parroquia del Santo Cristo imponiéndosele el nombre de Jesús Fortunato, sin que sepamos conocer el día por haber sido destruido el Archivo parroquial en la Guerra Civil del 1936.

Fueron sus padres Ruperto Gigante y Hurtado de Mendoza, carretero de profesión y Francisca Ruiz y Castro, naturales de Valdepeñas y residentes en la calle Ancha, número ochenta y cinco. Inicia los estudios eclesiásticos, como tantos otros manchegos, en el Colegio de San José, de Murcia; termina los estudios eclesiásticos en Toledo, bajo la protección sin duda de don Gabino Marqués, Ilustre Valdepeñero, dignidad de la Catedral de Toledo, y es ordenado de Presbítero por el Excmo. Sr. D. Remigio Gandásegui, el día 21 de diciembre, en Madrid; y en su parroquia celebra la primera Misa en 1907.

Ejerció el ministerio en Valdepeñas como Capellán de las Agustinas y Coadjutor de la Parroquia del Santo Cristo. Es trasladado a Daimiel como Coadjutor de Santa María y posteriormente pasa de Ecónomo a Pozuelo de Calatrava. Regresa de nuevo como Coadjutor a Valdepeñas al morir su padre y quedar en desamparo sus hermanas. Fue muy querido y admirado por su laboriosidad y por su caridad sacerdotal, que demostró en Daimiel cuidando al sacerdote D. Ramón Rodríguez, que padecía una enfermedad contagiosa.

En Valdepeñas le coge la persecución religiosa de 1936 y se recluye en su casa desde el primer momento; pero el 16 de septiembre de 1936 fue llevado también él, como a sus compañeros sacerdotes de Valdepeñas a la checa de "La Concordia", donde fue bárbaramente apaleado y torturado, a consecuencia de todo lo cual tuvieron que hospitalizarle poniéndole guardia de milicianos en la habitación.

El 19 de noviembre de 1936, engañado con la excusa de ser trasladado a su casa, y después de avisar a la familia para que preparen una cama por hallarse muy enfermo, es conducido al Retén y al fin es asesinado el día 22 de noviembre de 1936. Varios testigos en juicios para esclarecer las torturas a que fue sometido decían: “Que por razones de vecindad y por referencias le consta al declarante que el sacerdote D. Jesús Gigante Ruiz asesinado (…) en época marxista, le cortaron sus partes genitales llevándoselas a la boca, antes de ser asesinado”. (Cf. Causa General. A.H.N; declaración del testigo J.G.C, mayo 1942).

Sus últimas palabras fueron para perdonar a quienes le torturaron y dieron muerte; y aclamar a Cristo Rey. Sus restos descansan en el Panteón del Cementerio de Valdepeñas, gozando de la consideración de mártir, junto con el resto de sacerdotes Valdepeñeros sacrificados por su condición de sacerdotes.