Gaviña y Heredia, Cristino


CRISTINO GAVIÑA Y HEREDIA

Coadjutor de Membrilla
Cristino Eusebio Casiano de Gaviña y Heredia había nacido en Villarrubia de los Ojos (Ciudad Real) el día 13 de agosto de 1892. Bautizado el día 19 del mismo mes en la Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción de Villarrubia de los Ojos, por don Anacleto Sánchez de Milla, Coadjutor de la Parroquia y se le impuso los nombres de Cristino, Eusebio y Casiano. Hijo de Eduardo y Vicente, crece en un ambiente cristiano y sacerdotal. Sobrino de don Cristino Heredia, como él natural de Villarrubia de los Ojos, desde muy niño afirmaba que había de ser "Cura o nada". Y, consecuente con su inclinación, celebraría su primera Misa el 3 de julio de 1917, después de estudiar en Alcalá de Henares y en el Seminario de Ciudad Real.

Antes de llegar como Coadjutor a Membrilla (finales del año 1929) ejerció el ministerio sacerdotal, igualmente, como Coadjutor en Granátula de Calatrava y en Pedro Muñoz, así como de Ecónomo en Almuradiel, pueblos de Ciudad Real.

El 23 de julio del 1936 fue apresado en su casa. Se despide de su hermana Isabel con quien vivía y encomendándose a Dios recoge su breviario y es encerrado en la "Cochera" (Lugar destinado a guardar el coche fúnebre) donde sufre vejaciones y torturas; y, en la madrugada del 7 de agosto de 1936, es llevado a las afueras del pueblo con la finalidad, al parecer, de arrancarle alguna declaración comprometida con su ministerio sacerdotal a lo que él se niega rotundamente, prefiriendo antes morir. Es encerrado e incomunicado, de nuevo, en el camaranchón que servía de pajar, lugar inmundo con abundantes ratas y ratones como compañía.

Al fin, en la madrugada del día 15 al 16 de agosto fue sacado como don Manuel López –Villalta Menchén, su compañero de Coadjutoría, y otros diez seglares; y, todos fueron asesinados en el término de Valdepeñas. Los restos mortales reposan en una de las fosas comunes del cementerio de esta localidad junto a las que se ha levantado un Panteón en memoria de los asesinados en esas fechas.

Coinciden en su declaración ante el juez de Membrilla el 9 de mayo de 1942, Vicenta Elipe Marchán, Tomás Sánchez Patón, Pascual Ramos y Díaz Pintado, Vicente Muñoz Pardilla: “ Que don Cristino Gaviña Heredia al que conoce perfectamente, fue asesinado (…) siendo maltratado antes de salir de la cárcel y una vez conducido en un coche al termino municipal de Valdepeñas, en unión de otros mártires, fueron bajados haciéndoles disparos de escopeta, caído éste después de recibir algunos disparos, con vida las dos horas, al volver los marxistas comprobaron se encontraba con vida haciéndole unos disparos le causaron la muerte…” (H.H.N. Causa General, A. 4º88.343).

Los últimos momentos de su vida fueron ejemplares, bendiciendo a Dios y perdonando a sus enemigos. Sus manos apretaban el Rosario del que era muy devoto y que había rezado diariamente en la prisión animando a sus compañeros.