Villar Peña, Luis
LUIS VILLAR PEÑA
Miembro de Acción Católica
Nació en Albacete el 8 de abril de 1918. Hijo de Agustín y Encarnación. Era el cuarto de cinco hijos (Isabel, Mª Dolores, Agustín, Luis y Llanos). Como su hermano Agustín, estudió Perito Mercantil, tenía el Bachiller y estaba preparándose para el cuerpo de aduanas. Era de la Acción Católica y visitaba a los más humildes realizando una labor humanitaria con ellos. Les enseñaba a leer y escribir y les llevaba medicinas, que previamente pedía en las farmacias. Era católico practicante reconocido.
El 25 de Julio de 1936, día de Santiago, aniversario de su Primera Comunión, fue a misa, y como era su costumbre, confesó y comulgó. Ese día entraron los marxistas en Albacete desde Cartagena, y algunos, entre ellos Luis, huyeron en un coche dirección a Cuenca, donde pensaban estarían más seguros. Pero al llegar a Madrigueras, los detuvieron y los encerraron en el ayuntamiento, junto con otros, entre ellos un sacerdote. Al día siguiente, a él solo, lo sacaron y se lo llevaron en un camión acompañado por unos treinta milicianos. Al salir del ayuntamiento, sus compañeros quisieron animarlo y le dijeron que pronto se verían, a lo que el contestó, señalando al cielo allá arriba nos veremos. Desde la ventana el sacerdote le dio la absolución. Ya en el camión iban deliberando la forma de como habían de darle muerte. Le dijeron que lo iban a arrastrar atado al camión. Después dijeron que lo iban a poner en la vía del tren. Le preguntaron por su cuñado Alfonso Cirugeda, pero no contestaba. Iba con los ojos cerrados, moviendo los labios. A la entrada de Albacete, en la carretera de Mahora lo mataron disparando sobre él. Cuando le apuntaron levantó el brazo diciendo ¡Arriba España!, le dispararon al brazo y al bajarlo le dispararon de nuevo y al caer exclamó ¡Viva Cristo Rey! De nuevo le dispararon en la cabeza y murió. Era el 26 de julio de 1936. Tenía 18 años.
El 25 de Julio de 1936, día de Santiago, aniversario de su Primera Comunión, fue a misa, y como era su costumbre, confesó y comulgó. Ese día entraron los marxistas en Albacete desde Cartagena, y algunos, entre ellos Luis, huyeron en un coche dirección a Cuenca, donde pensaban estarían más seguros. Pero al llegar a Madrigueras, los detuvieron y los encerraron en el ayuntamiento, junto con otros, entre ellos un sacerdote. Al día siguiente, a él solo, lo sacaron y se lo llevaron en un camión acompañado por unos treinta milicianos. Al salir del ayuntamiento, sus compañeros quisieron animarlo y le dijeron que pronto se verían, a lo que el contestó, señalando al cielo allá arriba nos veremos. Desde la ventana el sacerdote le dio la absolución. Ya en el camión iban deliberando la forma de como habían de darle muerte. Le dijeron que lo iban a arrastrar atado al camión. Después dijeron que lo iban a poner en la vía del tren. Le preguntaron por su cuñado Alfonso Cirugeda, pero no contestaba. Iba con los ojos cerrados, moviendo los labios. A la entrada de Albacete, en la carretera de Mahora lo mataron disparando sobre él. Cuando le apuntaron levantó el brazo diciendo ¡Arriba España!, le dispararon al brazo y al bajarlo le dispararon de nuevo y al caer exclamó ¡Viva Cristo Rey! De nuevo le dispararon en la cabeza y murió. Era el 26 de julio de 1936. Tenía 18 años.