Collado Ballesteros, José
JOSÉ COLLADO BALLESTEROS
Coadjutor de la Roda
Nació el 22 de enero de 1886 en Minaya (Albacete). Realizó los estudios sacerdotales en los seminarios de Murcia, Cuenca y Málaga. Fue un seminarista ejemplar. El 20 de diciembre de 1919 fue ordenado sacerdote en Cuenca, y el 17 de septiembre del año siguiente fue nombrado coadjutor de La Roda (Albacete).
Trabajó sin descanso, desde que llegó al pueblo, para construir las famosas escuelas del Ave María, que fueron inauguradas el 17 de septiembre de 1922. Tres años después pasaban de 300 los niños atendidos en las Escuelas, y casi llegaban a 200 los obreros de las clases nocturnas. El 9 de marzo de 1936 se presentó el alcalde con la fuerza pública en las escuelas, y expulsaron de ellas a los maestros y a los 362 niños que allí se educaban. Meses después, hacia las dos de la tarde del 25 de julio, Don José fue detenido y conducido a la cárcel entre escarnios y burlas. El 8 de agosto fue trasladado a la iglesia parroquial, convertida en cárcel, donde se juntaron 90 presos, destacados por sus ideas católicas; los sacerdotes fueron encerrados en la capilla de la Comunión, separados de los demás. Estando en la cárcel consiguió hacerse con el breviario, que rezaba todos los días, y junto a los presos rezaba el rosario y otras oraciones, animándolos a todos a salir victoriosos de las pruebas que les esperaban: ¡Pedid!... ¡No desmayéis! ¡Tened mucha fe!...
Finalmente, la tarde del 13 de agosto se presentaron en la parroquia-prisión de La Roda, cuatro individuos de las milicias Nacionales para trasladar a Don José Collado y al rector de La Felipa Don José María Herrero Les dijeron que los llevaban a Albacete a prestar declaración. Pero a 2 kilómetros de La Roda (Albacete), en la carretera de Albacete, les hicieron apearse, diciéndoles que si corrían, podrían salvarse. Pero Don José María contestó con dignidad y valentía de hombre y sacerdote: Puesto que me vais a matar, podéis hacerlo cuando queráis; estoy ya preparado. En el mismo instante dos puñaladas en el pecho y varios tiros en la cabeza y en otras partes del cuerpo acabaron con su vida. No podemos obviar que el hermano de Don José María, Luis Herrero, era el Jefe de Falange de Albacete y que había sido asesinado el 26 de julio de 1936; tal vez esto provocó el ensañamiento. A vista de lo cual,
Don José, horrorizado por el crimen echó a correr, siendo alcanzado por las balas de los milicianos, que lo dejaron moribundo en la carretera. No permitieron que nadie se le acercara para prestarle auxilio, hasta que expiró.
Trabajó sin descanso, desde que llegó al pueblo, para construir las famosas escuelas del Ave María, que fueron inauguradas el 17 de septiembre de 1922. Tres años después pasaban de 300 los niños atendidos en las Escuelas, y casi llegaban a 200 los obreros de las clases nocturnas. El 9 de marzo de 1936 se presentó el alcalde con la fuerza pública en las escuelas, y expulsaron de ellas a los maestros y a los 362 niños que allí se educaban. Meses después, hacia las dos de la tarde del 25 de julio, Don José fue detenido y conducido a la cárcel entre escarnios y burlas. El 8 de agosto fue trasladado a la iglesia parroquial, convertida en cárcel, donde se juntaron 90 presos, destacados por sus ideas católicas; los sacerdotes fueron encerrados en la capilla de la Comunión, separados de los demás. Estando en la cárcel consiguió hacerse con el breviario, que rezaba todos los días, y junto a los presos rezaba el rosario y otras oraciones, animándolos a todos a salir victoriosos de las pruebas que les esperaban: ¡Pedid!... ¡No desmayéis! ¡Tened mucha fe!...
Finalmente, la tarde del 13 de agosto se presentaron en la parroquia-prisión de La Roda, cuatro individuos de las milicias Nacionales para trasladar a Don José Collado y al rector de La Felipa Don José María Herrero Les dijeron que los llevaban a Albacete a prestar declaración. Pero a 2 kilómetros de La Roda (Albacete), en la carretera de Albacete, les hicieron apearse, diciéndoles que si corrían, podrían salvarse. Pero Don José María contestó con dignidad y valentía de hombre y sacerdote: Puesto que me vais a matar, podéis hacerlo cuando queráis; estoy ya preparado. En el mismo instante dos puñaladas en el pecho y varios tiros en la cabeza y en otras partes del cuerpo acabaron con su vida. No podemos obviar que el hermano de Don José María, Luis Herrero, era el Jefe de Falange de Albacete y que había sido asesinado el 26 de julio de 1936; tal vez esto provocó el ensañamiento. A vista de lo cual,
Don José, horrorizado por el crimen echó a correr, siendo alcanzado por las balas de los milicianos, que lo dejaron moribundo en la carretera. No permitieron que nadie se le acercara para prestarle auxilio, hasta que expiró.