Morán Otero, Visitación Marcela


VISITACIÓN MARCELA MORÁN OTERO

Laica
Nació en Méntrida (Toledo) el 30 de diciembre de 1893 y fue educada en una familia sencilla y cristiana. En la Sierva de Dios lo Marcela Moránprimero que destaca es "su aprecio por el sacerdocio" que le llevará a entregarse desde el principio a la atención de su hermano sacerdote que se llamaba Ángel. En ella podemos rendir un sentido homenaje a tantas hermanas, madres y padres que han sacrificado toda su vida para atender "a sus sacerdotes". Don Ángel Morán, hermano pequeño de Visitación, recibió la ordenación sacerdotal el 23 de septiembre de 1923. Tras sus primeros destinos en la provincia de Guadalajara recibirá un nuevo nombramiento, en 1931, para la provincia de Jaén. Por entonces, el arciprestazgo de Cazorla (Jaén) pertenecía a la archidiócesis primada. Así pues, fue destinado dentro de él a la parroquia de San Pedro y San Pablo de Quesada (Jaén). Visitación no sólo se dedicará a la atención de su hermano, sino que con empeño trabaja para paliar las necesidades de los pobres y desvalidos, adquiriendo dominio público el conocimiento de su presencia en las casas de los menesterosos para evaluar y atender sus necesidades en todo lo posible. Su empeño en este tipo de apostolado llega en situaciones límite al sacrificio personal, como recorrer a pie los diez kilómetros que separan Quesada de Cazorla para conseguir los medicamentos que necesitaba una familia pobre. Esta dedicación asistencial le granjea un prestigio "como mujer religiosa y caritativa" que perdura en la actualidad, sobre todo entre las clases humildes. Un descendiente de los hermanos Morán Otero, Don José Pablo Calvino ha investigado con intensidad todo lo acontecido con sus familiares una vez estalla la guerra.

La zona de Cazorla permaneció fiel a la República con lo que la persecución religiosa se manifiesta también en esta zona con toda su crudeza. El 22 de julio, Don Ángel y su coadjutor sumen las Sagradas Formas e inmediatamente se produce la incautación violenta del templo. Dos días después tiene lugar el saqueo y destrucción de la iglesia. Se reconvertirá en granero y la casa parroquial en salón de juntas y reuniones del sindicato C.N.T. Los sacerdotes pasaron primero a dependencias municipales, ordenándose el 2 de agosto el posterior traslado a la prisión de Jaén. En dicha fecha y con número 868 figura en el libro-registro el preso Ángel Morán Otero. Fue uno de tantos españoles que las autoridades republicanas encarcelaron ilegítimamente por falsas razones políticas o terroristas desde el 19 de julio de 1936 hasta el 4 de marzo de 1939.

De allí saldrá conducido a la Prisión de Alcalá de Henares el 11 de agosto. Aquí tendrá noticias del asesinato de su hermana. Siete meses después será trasladado a la cárcel madrileña de Porlier siendo sometido a juicio en febrero de 1937 que concluiría con una sorprendente sentencia absolutoria. Tras el asesinato del coadjutor, Don Francisco Fernández Gabilán el 23 de septiembre de 1936, y privado el pueblo de autoridades religiosas, Doña Visitación, popularmente conocida como la "hermana del Rector" se convierte en el último referente espiritual de Quesada. Expulsada de la vivienda parroquial y sin dinero, busca cobijo en una posada de la población donde intenta sobrevivir gracias a la caridad pública. Tras estos meses, y teniendo conocimiento de lo sucedido con Don Ángel (cárcel de Jaén y traslado a Alcalá de Henares), el 3 de diciembre finalmente será detenida. En la cárcel sufrirá vejaciones y torturas, exigiéndole que blasfeme contra los nombres de Jesús y María, a lo que ella se niega. Las gestiones para obtener un salvoconducto para trasladarla al domicilio de unos parientes en el vecino pueblo de Hinojares resultarán estériles.

Privada de libertad durante una semana, en la madrugada del 10 de diciembre de 1936, es trasladada en coche a las tapias del cementerio de Quesada (Jaén) donde es cruelmente asesinada por uno de los milicianos que le infiere dos heridas mortales de bala. Sus labios, en el estertor de la agonía, se entreabrieron invocando a Dios y a la Virgen María. Sin comprobar que hubiera fallecido le colocaron una soga al cuello, arrastraron su cuerpo por el todo el cementerio hasta llevarla a una fosa común. Tras su muerte siguió una burla grotesca sobre su virginidad al arrojar sobre sus restos el cuerpo de un varón al que también habían asesinado. Tenía 42 años. Al concluir la guerra, se procede a la localización de los restos para su traslado al cementerio municipal de Méntrida (Toledo) el 19 de noviembre de 1945. Actualmente han sido depositados en la iglesia parroquial.

Doña Visitación dio testimonio de vida cristiana como hermana del Señor Cura. Nunca huyó del pueblo y hay que significar que estamos hablando de una "mujer sencilla sin implicaciones políticas" y que al carecer de riquezas que pudieran incentivar la codicia ajena, su muerte solo puede concebirse, como lo vivido por Don Ángel, como consecuencia de la atroz persecución religiosa desencadena en aquellos momentos, al constituirse ambos hermanos en símbolos vivos de la fe que sus perseguidores quisieron erradicar.