Pérez, P. Ramón

  

P. RAMÓN PÉREZ

Comunidad de Consuegra (Toledo)

El P. Ramón Pérez Gómez-Miguel nació en Consuegra (Toledo) el 27 de marzo de 1880. Sus padres fueron Balbino y María. El 30 de junio de 1897 tomó el hábito franciscano en Pastrana (Guadalajara), en donde hizo su profesión temporal el 3 de julio de 1898. Cursó dos años de filosofía en Pastrana. De 1900 a 1902 prosiguió sus estudios sacerdotales en Ecuador. Allí emitió su profesión solemne el 25 de julio de 1901 y cursó el primero de teología. De 1902 a 1905 cursó los tres restantes en el convento de La Puebla de Montalbán (Toledo). Su ordenación sacerdotal tuvo lugar el 24 de septiembre de 1904.

En febrero de 1905 salió para Filipinas como misionero. Fue coadjutor en la parroquia de Libmanan y en la de Camalig. De 1917 a 1926 fue párroco en la de Donsol y en la de Camalig. De 1926 a 1929 fue Guardián del convento de Ntra. Sra. de los Ángeles, de Manila. En 1930 volvió a la actividad parroquial. Desempeñó su trabajo satisfactoriamente. Ya enfermo volvió a España en 1933. Por su estado de salud no recibió cargos. Vivió un tiempo en el convento de La Puebla de Montalbán, y en octubre de 1935 pasó al de Consuegra hasta el 24 de septiembre de 1936, en que fue martirizado en Los Yébenes (Toledo), junto con Fr. Pedro Lumbreras, Fr. Demetrio Biezma, Fr. Orencio Montero y Fr. Gregorio Ayuso.

El P. Ramón Pérez y los cuatro franciscanos citados fueron expulsados del convento con toda la comunidad franciscana el 24 de julio de 1936. Recogidos en casas de familiares y bienhechores, fueron sacados de ellas, encarcelados el 9 de agosto en la prisión municipal y trasladados el 11, junto con los demás detenidos, a la iglesia de Santa María, convertida en prisión. En ella se prepararon para el martirio. En la noche del 15 al 16 de agosto no fueron sacados de ella por ser naturales de Consuegra los cuatro primeros, y por simpatía y compasión hacia Fr. Gregorio por su servicialidad y su poca edad. El 23 de septiembre, en el entierro de un comunista del pueblo, muerto en acción de guerra en Toledo, los asistentes exigieron la muerte de los de la prisión.

En la noche del 23 al 24, las autoridades locales sacaron de la iglesia-prisión a los cinco franciscanos citados, a seis sacerdotes seculares, a cuatro escolapios y un hermano dominico. Nada más subir al camión en donde eran conducidos, los dieciséis empezaron a rezar y a cantar, y así continuaron durante el recorrido. Al llegar al lugar llamado Camino de la Plata del Caorzo, a 5 kilómetros de Los Yébenes (Toledo), los bajaron del camión, les insultaron, los maltrataron y les quitaron los objetos religiosos. Allí mismo, cerca de la carretera y del puente sobre el Algodor, los fusilaron en la madrugada del 24 de septiembre de 1936. Enterrados en el cementerio municipal de Los Yébenes, fueron exhumados y enterrados en el de Consuegra poco después de acabada la guerra civil española de 1936-1939. Actualmente reposan en la iglesia franciscana de San Juan de los Reyes, en Toledo.