Lumbreras, Fr. Pedro

  

FR. PEDRO LUMBRERAS

Comunidad de Consuegra (Toledo)

Fr. Pedro Lumbreras García nació en Consuegra (Toledo) el 16 de junio de 1914. Sus padres fueron Macario y Ciriaca. Ingresó en el seminario menor franciscano de Alcázar de San Juan (Ciudad Real) en 1926, en donde cursó dos años de humanidades; el tercero lo hizo en La Puebla de Montalbán (Toledo) de 1928 a 1929.

Tomó el hábito franciscano el 6 de septiembre de 1929 en el convento de Arenas de San Pedro (Ávila), en donde hizo su profesión temporal el 7 de septiembre de 1930. Desde ese año hasta 1933 cursó en Pastrana (Guadalajara) el cuarto curso de latín y los tres de filosofía.. De 1933 a 1936 cursó los tres primeros años de teología en el convento de Consuegra. Sujeto al servicio militar, no emitió la profesión solemne ni recibió órdenes sagradas. Dadas sus cualidades, muy comunes, no se señaló por nada especial. Un compañero dice de él que era “alma cándida, pero superficial, de buena índole y muy tratable”.

Padeció el martirio junto con el P. Ramón Pérez, Fr. Demetrio, Fr. Orencio y Fr. Gregorio en Los Yébenes el 24 de septiembre de 1936. El P. Ramón Pérez y los cuatro franciscanos citados fueron expulsados del convento con toda la comunidad franciscana el 24 de julio de 1936.

Recogidos en casas de familiares y bienhechores, fueron sacados de ellas, encarcelados el 9 de agosto en la prisión municipal y trasladados el 11, junto con los demás detenidos, a la iglesia de Santa María, convertida en prisión. En ella se prepararon para el martirio. En la noche del 15 al 16 de agosto no fueron sacados de ella por ser naturales de Consuegra los cuatro primeros, y por simpatía y compasión hacia Fr. Gregorio por su servicialidad y su poca edad. El 23 de septiembre, en el entierro de un comunista del pueblo, muerto en acción de guerra en Toledo, los asistentes exigieron la muerte de los de la prisión. En la noche del 23 al 24, las autoridades locales sacaron de la iglesia-prisión a los cinco franciscanos citados, a seis sacerdotes seculares, a cuatro escolapios y un hermano dominico. Nada más subir al camión en donde eran conducidos, los dieciséis empezaron a rezar y a cantar, y así continuaron durante el recorrido. Al llegar al lugar llamado Camino de la Plata del Caorzo, a 5 kilómetros de Los Yébenes (Toledo), los bajaron del camión, les insultaron, los maltrataron y les quitaron los objetos religiosos. Allí mismo, cerca de la carretera y del puente sobre el Algodor, los fusilaron en la madrugada del 24 de septiembre de 1936. Enterrados en el cementerio municipal de Los Yébenes, fueron exhumados y enterrados en el de Consuegra poco después de acabada la guerra civil española de 1936-1939. Actualmente reposan en la iglesia franciscana de San Juan de los Reyes, en Toledo.