García, Fr. Gabriel

Fr. Gabriel García García nació en Escarabajosa de Cabezas (Segovia) el 31 de marzo de 1915. Sus padres fueron Jorge y Paula. En el bautismo recibió el nombre de Amós. Cuando su padre quería poner a prueba su vocación diciéndole que correría peligros, Amós replicaba que no le importaba y que así moriría mártir. A los nueve años se cayó de un carro recibiendo un gran golpe en la cabeza. Era el día de San Gabriel. Esto motivó que luego se cambiase de nombre al profesar.

Ingresó en el seminario menor franciscano de Alcázar de San Juan (Ciudad Real) en 1928. Allí aprobó en un año los dos primeros cursos de humanidades. De 1929 a 1931 cursó tercero y cuarto en el seminario de La Puebla de Montalbán (Toledo).

Tomó el hábito franciscano como novicio de coro en el convento de Arenas de San Pedro (Ávila) el 30 de agosto de 1931. Días antes de Navidad dejó el noviciado porque no quería ser clérigo. En su pueblo llevó gran vida de piedad. Insistió a lo largo de 1932 al Ministro Provincial de los Franciscanos de Castilla para que le admitiese como hermano lego. Volvió al convento de Arenas de San Pedro a primeros de 1933, pero retornó inmediatamente a su pueblo, pues el maestro de noviciado le dio el breviario de hermano clérigo. Insistió de nuevo al Ministro Provincial, y a finales de 1933 empezó el postulantado en el convento de Arenas de San Pedro. Allí tomó el hábito franciscano el 13 de abril de 1934 y profesó de votos temporales como hermano no clérigo el 22 de abril de 1935, cambiando entonces su nombre de Amós por el de Gabriel.

En octubre de 1935 fue destinado al convento-teologado de Consuegra (Toledo) con el oficio de cocinero. En dicho convento permaneció hasta sufrir el martirio en Villarrubia de los Ojos (Ciudad Real) el 19 de agosto de 1936, junto con Fr. Cecilio Alocén y Fr. José Ávila.

Al ser expulsados del convento los franciscanos el 24 de julio de 1936, Fr. Cecilio, y asimismo Fr. José Ávila y Fr. Gabriel García fueron acogidos por diversas familias de Consuegra en sus casas. Fr. Cecilio fue encarcelado el 9 de agosto, Fr. José Ávila el día 10 y Fr. Gabriel el día 11. Primeramente estuvieron en la cárcel municipal, con los demás franciscanos y otros religiosos y sacerdotes. El día 11 fueron trasladados todos a la iglesia parroquial de Santa María, convertida en prisión. En ambas, todos se prepararon para el martirio, con la oración, la confesión y la renovación de su profesión religiosa. En la noche del 15 al 16 de agosto, fueron sacados de la iglesia-cárcel con los demás franciscanos, pero a estos tres y algunos otros, les hicieron volver a la iglesia-cárcel. En la madrugada del 18 al 19 de agosto de 1936 Fr. Cecilio, Fr. José Ávila, Fr. Gabriel, D. Manuel del Campo, párroco de Consuegra y siete seglares fueron sacados de la iglesia-prisión, llevados en un camión hasta el término de Villarrubia de los Ojos (Ciudad Real) y fusilados junto a la Cuesta de la Virgen de la Sierra hacia las tres de la madrugada. Los cadáveres de esas once personas fueron paseados entre mofas por algunas calles de Villarrubia por los milicianos hasta llegar al cementerio municipal, donde los enterraron en la mañana del 19 de agosto de 1936. Trasladados sus restos al convento de Consuegra en 1939, reposan actualmente en la iglesia franciscana de San Juan de los Reyes, en Toledo.