Rubio Pradillo, Eugenio


EUGENIO RUBIO PRADILLO

Coadjutor de la parroquia de Villanueva de Alcardete
Sus padres se llamaban Juan Antonio y Vicenta y los dos habían nacido en Villanueva de Alcardete (Toledo). Pero, al nacer su hijo, residían en Hontanaya (Cuenca) por cuestiones laborales, el padre ejercía de sastre y la madre era maestra de instrucción primaria. Nació el 7 de octubre de 1872 y, recibió los nombres de Sergio Eugenio en el día de su bautismo. Destacaban en él la humildad, la sencillez y la servicialidad. Recibió la ordenación sacerdotal el año 1901. Pronto fue nombrado coadjutor de Villanueva de Alcardete, pueblo toledano que por entonces era de la diócesis de Cuenca. Fue un gran apóstol, siendo por ello muy respetado por sus feligreses, que recurrían a él para sus necesidades espirituales y materiales, especialmente en aquellas ocasiones en las que podía ser perturbada la paz doméstica, precisando la autoridad moral de un sacerdote. Con prontitud acudía D. Eugenio a prestar ayuda aquellos feligreses agradecidos.

Llegó la contienda nacional y con ella la persecución religiosa. D. Eugenio pronto fue detenido y encarcelado. En la cárcel pasó unos días, metido en la checa instalada en la iglesia parroquial, donde le hicieron sufrir toda clase de vejaciones y malos tratos. Puesto en libertad aparente, pues los feligreses lo defendieron, fue de nuevo detenido. Finalmente, la noche del 24 al 25 de agosto siempre será recordada: en la iglesia-prisión quedaban todavía seis personas: junto a Don Eugenio estaba el Siervo de Dios Santiago Mosquera. Éste contemplo destrozado el martirio infringido al joven adolescente. Los detenidos fueron conducidos al cementerio de Villanueva de Alcardete (Toledo) para ser fusilados. Lo narra Fray Justo López de Urbel: «Ya están contra el paredón. Una descarga, dos descargas, y el crimen ha sido consumado»..