Navas Vegas, Francisco
FRANCISCO NAVAS VEGAS
Ecónomo de la parroquia de Santas Justa y Rufina de Toledo
Francisco nació en Cervera de los Montes (Toledo) el 2 de abril de 1885. Recibió la ordenación sacerdotal el 4 de abril de 1908. Ejerció el ministerio como Capellán de las MM. Benitas de Talavera de la Reina (1908); como ecónomo de El Romeral (Toledo) en 1913; como capellán de San José en Toledo (1913); y coadjutor de Santiago del Arrabal en 1914.
Cuando estalla la guerra le encontramos ejerciendo el ministerio en la ciudad de Toledo como ecónomo de la parroquia mozárabe de las Santas Justa y Rufina. Además era beneficiado mozárabe de la Santa Iglesia Catedral Primada. Desde la entrada de las milicias republicanas en Toledo Don Francisco se refugió junto con Don Benito López Hazas, en casa de éste. Don Benito era capellán de Reyes en la Catedral Primada, estaba ciego y fue el sacerdote de mayor edad (81 años) de los que dieron su vida durante la persecución religiosa. Viendo que corrían grave peligro en este domicilio, decidieron trasladarse a casa de un amigo común. Los hermanos San Vicente (José, Luis y Zacarías) recogen a dos beneficiados de la Catedral. Saben perfectamente lo que compromete esconder a un sacerdote, pero nada les detiene al ejecutar una obra de misericordia que bien comprenden puede costarles la vida.
Don Francisco Navas es el último capellán del clero catedralicio mozárabe vivo. Los primeros en ser asesinados fueron Don Gregorio Gómez de las Heras y Don Alvaro Cepeda Usero; ambos, capellanes de la Catedral Primada. Luego fue martirizado el beneficiado, Don Martín Pérez Carbonell, ecónomo de la parroquia mozárabe de San Marcos. Luego cayeron los capellanes Don Ricardo Plá Espí y Don Andrés Mª Igarza López. También les llegan noticias del martirio de Don Teodoro Gómez de las Heras, hermano de Don Gregorio y también capellán mozárabe de la Catedral, delatado ante los milicianos de Carriches, su pueblo natal, donde se encontraba refugiado. El último, Don Emilio López Martín, cayó bajo la metralla salvaje en la masacre del pasado día 22, junto a los otros sacerdotes y los maristas. Era beneficiado mozárabe de la Catedral. Solo queda, pues, Don Francisco.
Los marxistas han decidido llevar un gran número de milicianos fuertemente armados, pensando que los tres hermanos van a ofrecer resistencia cuando llegue el momento de la detención. Por la fuerza sacan a los tres, que gritan: ¡Viva España! ¡Viva Cristo Rey! Desde el domicilio son llevados al Monasterio de San Juan de los Reyes. Junto a la fachada del Matadero municipal, son apostados contra la pared los tres jóvenes, los dos sacerdotes y un capitán de Infantería retirado, Don Elías Sandoval Moreno, al que acusan de servir de espía a los defensores del Alcázar. Mientras el sacerdote absuelve a los jóvenes, una descarga atronadora se deja escuchar entre las sombras del majestuoso monasterio. El sábado 29 de agosto ha sido asesinado Francisco Navas: con su asesinato se completa el martirio de los ocho sacerdotes dedicados a la liturgia mozárabe en la Catedral de Toledo. Don Benito, respetado en un principio, sería asesinado varios días después. Conducidos los cuatro (el sacerdote y los tres estudiantes) junto al Monasterio de San Juan de los Reyes, fueron fusilados.
Cuando estalla la guerra le encontramos ejerciendo el ministerio en la ciudad de Toledo como ecónomo de la parroquia mozárabe de las Santas Justa y Rufina. Además era beneficiado mozárabe de la Santa Iglesia Catedral Primada. Desde la entrada de las milicias republicanas en Toledo Don Francisco se refugió junto con Don Benito López Hazas, en casa de éste. Don Benito era capellán de Reyes en la Catedral Primada, estaba ciego y fue el sacerdote de mayor edad (81 años) de los que dieron su vida durante la persecución religiosa. Viendo que corrían grave peligro en este domicilio, decidieron trasladarse a casa de un amigo común. Los hermanos San Vicente (José, Luis y Zacarías) recogen a dos beneficiados de la Catedral. Saben perfectamente lo que compromete esconder a un sacerdote, pero nada les detiene al ejecutar una obra de misericordia que bien comprenden puede costarles la vida.
Don Francisco Navas es el último capellán del clero catedralicio mozárabe vivo. Los primeros en ser asesinados fueron Don Gregorio Gómez de las Heras y Don Alvaro Cepeda Usero; ambos, capellanes de la Catedral Primada. Luego fue martirizado el beneficiado, Don Martín Pérez Carbonell, ecónomo de la parroquia mozárabe de San Marcos. Luego cayeron los capellanes Don Ricardo Plá Espí y Don Andrés Mª Igarza López. También les llegan noticias del martirio de Don Teodoro Gómez de las Heras, hermano de Don Gregorio y también capellán mozárabe de la Catedral, delatado ante los milicianos de Carriches, su pueblo natal, donde se encontraba refugiado. El último, Don Emilio López Martín, cayó bajo la metralla salvaje en la masacre del pasado día 22, junto a los otros sacerdotes y los maristas. Era beneficiado mozárabe de la Catedral. Solo queda, pues, Don Francisco.
Los marxistas han decidido llevar un gran número de milicianos fuertemente armados, pensando que los tres hermanos van a ofrecer resistencia cuando llegue el momento de la detención. Por la fuerza sacan a los tres, que gritan: ¡Viva España! ¡Viva Cristo Rey! Desde el domicilio son llevados al Monasterio de San Juan de los Reyes. Junto a la fachada del Matadero municipal, son apostados contra la pared los tres jóvenes, los dos sacerdotes y un capitán de Infantería retirado, Don Elías Sandoval Moreno, al que acusan de servir de espía a los defensores del Alcázar. Mientras el sacerdote absuelve a los jóvenes, una descarga atronadora se deja escuchar entre las sombras del majestuoso monasterio. El sábado 29 de agosto ha sido asesinado Francisco Navas: con su asesinato se completa el martirio de los ocho sacerdotes dedicados a la liturgia mozárabe en la Catedral de Toledo. Don Benito, respetado en un principio, sería asesinado varios días después. Conducidos los cuatro (el sacerdote y los tres estudiantes) junto al Monasterio de San Juan de los Reyes, fueron fusilados.