Maldonado Valverde, José María
JOSÉ MARÍA MALDONADO VALVERDE
Capellán de Reyes Nuevos de la S.I.C.P. de Toledo
José María había nacido el 14 de febrero de 1880 en el pueblo almeriense de Fondón y fue bautizado dos días después en la parroquia de San Andrés. Su infancia transcurrió en Dalías (Almería). Ordenado sacerdote el nueve de junio de 1906 su carrera eclesiástica transcurrió durante los veinte primeros años en la Abadía del Sacro-Monte de Granada. Donde primero había sido alumno y luego profesor en las famosas Escuelas del Ave María del Padre Andrés Manjón. Fue prefecto de disciplina del Colegio Sacro-Monte de Granada (1902); capellán-beneficiado de la Iglesia-Colegial del Sacro-Monte (1907); profesor auxiliar del Colegio del Sacro-Monte (1902); profesor numerario de dicho Colegio (1905); oficial primero de Contaduría del mencionado Colegio (1919) y desde 1924, administrador del mismo Colegio. Fue condiscípulo y compañero de profesorado del Beato Diego Ventaja Milán, (posteriormente el Obispo mártir de Almería).
Llegó a Toledo en agosto de 1927 para ocupar una capellanía de Reyes Nuevos en la Santa Iglesia Catedral de Toledo. Era un sacerdote de gran corpulencia, culto, piadoso y caritativo. Compartía un modesto piso cercano a la Catedral con otro sacerdote, Don Manuel de los Ríos. En la tarde del 30 de julio de 1936 los milicianos llegaron a la casa de Don José María y Don Manuel, y los condujeron a menos de un centenar de metros, a la Plaza de la Cabeza de Toledo, en la ciudad imperial. Según se dice murieron mientras se despedían dándose un abrazo bajo el fuego de los fusiles.
Llegó a Toledo en agosto de 1927 para ocupar una capellanía de Reyes Nuevos en la Santa Iglesia Catedral de Toledo. Era un sacerdote de gran corpulencia, culto, piadoso y caritativo. Compartía un modesto piso cercano a la Catedral con otro sacerdote, Don Manuel de los Ríos. En la tarde del 30 de julio de 1936 los milicianos llegaron a la casa de Don José María y Don Manuel, y los condujeron a menos de un centenar de metros, a la Plaza de la Cabeza de Toledo, en la ciudad imperial. Según se dice murieron mientras se despedían dándose un abrazo bajo el fuego de los fusiles.