Madroñal Sánchez, Isabelino


ISABELINO MADROÑAL SÁNCHEZ

Párroco de Nava de Ricomalillo
Don Isabelino, párroco de Nava de Ricomalillo, fue destinado nada más comenzar la guerra civil a la parroquia de Malpica de Tajo, de la que no llegó a tomar posesión. Había nacido en Las Herencias el 8 de julio de 1900 y era sacerdote desde el 22 de septiembre de 1923. Los casi diez años que pasa en La Nava, pueblo que por entonces contaba con 1.400 habitantes, son de fervorosa entrega hacia los feligreses, destacando la Santa Misión de 1925. En una crónica del fiesta de la patrona de Nava, Nuestra Señora del Amor de Dios, el 12 de abril de 1928, en la que se instituye el Centro Parroquial de la “Juventud Católica”, se afirma que “nuestro querido y buen párroco…no cabía de gozo al ver realizados sus proyectos” apostólicos.

Ante las amenazas marxistas decidió, en los días difíciles de julio de 1936, regresar a su pueblo natal. Sin embargo, enseguida fue detenido por las milicias de Las Herencias que lo entregaron a milicianos de su antigua parroquia de La Nava. Allí permaneció recluido hasta el 29 de agosto, en que en pleno campo, junto al río Huso, cerca de la Nava de Ricomalillo, lo asesinaron. Gran conocedor del corazón humano, sabía que aquellos mismos entre quienes repartió su dinero y sus desvelos durante once años serían los que gritaran, como los judíos contra Jesús: ¡Crucifícale! Antes de morir invocó a Dios en voz alta y reprochó a sus antiguos feligreses el crimen que cometían. Un arriero afirmó que escuchó a Don Isabelino lamentarse y lo contó en el pueblo. Los milicianos regresaron rociaron el cuerpo con gasolina y lo quemaron. Los restos medio calcinados estuvieron en descampado hasta el final de la guerra. Sus restos descansan en el cementerio de Las Herencias.