Guillén, P. Román

  

P. ROMÁN GUILLÉN

Comunidad de La Puebla de Montalbán (Toledo)
El P. Román Guillén Argudo nació en el Toboso (Toledo) el 20 de noviembre de 1900. Sus padres fueron Román y María de los Ángeles. Vista su inclinación a la religión, el párroco le propuso que entrase en alguna Orden. Ingresó en la escuela apostólica de los dominicos en La Mejorada (Valladolid), pero la abandonó por motivos de salud. Una vez sano, ingresó en el seminario menor franciscano de Belmonte (Cuenca) en 1915. Tomó el hábito franciscano el 24 de julio de 1918 en el convento de Arenas de San Pedro (Ávila). En el mismo hizo su profesión temporal el 25 de julio de 1919. Cursó la filosofía en el convento de Pastrana (Guadalajara) de 1919 a 1922, y la teología en el de Consuegra (Toledo) de 1922 a 1926. Hizo su profesión solemne en Pastrana (Guadalajara) el 30 de julio de 1922. Fue ordenado sacerdote el 29 de mayo de 1926.

Ordenado sacerdote, fue destinado como profesor al seminario menor franciscano de Alcázar de San Juan (Ciudad Real), donde enseñó de 1926 a 1930. En el curso 1930-1931 lo hizo en el de La Puebla de Montalbán (Toledo). Y en el curso 1932-1933 enseñó en el de Pastrana. De 1934 a 1936 fue nuevamente profesor en el seminario de La Puebla de Montalbán, a cuya comunidad perteneció hasta su muerte.

De estudiante y de sacerdote, era sencillo en el trato, aunque basto y brusco en sus modales. Como profesor, actuaba con competencia, laboriosidad y claridad en sus explicaciones, con comedimiento en las reprensiones y sabiendo estimular a los seminaristas al estudio y a la virtud con su palabra y su ejemplo. En marzo de 1936 empezó a hacer de capellán de las concepcionistas franciscanas de Torrijos, pueblo cercano a La Puebla de Montalbán.

En Torrijos le sorprendió la guerra civil española. Llevado al Ayuntamiento el 24 de julio, fue puesto en libertad por estar enfermo. El 26 de julio, al ser expulsadas de su convento las religiosas, los miembros del Comité republicano local de defensa dejaron al P. Román Guillén en casa de una familia. De esa casa le sacaron varios milicianos armados en la mañana del 14 de agosto de 1936 diciéndole: “Anda, que ya vas a rezar el último rosario”, y le llevaron a la iglesia parroquial convertida en cárcel. Al tomarle declaración, confesó que era religioso franciscano. Fue insultado y amenazado. En la iglesia estuvo confesando, animando a los demás presos y preparándose para morir por Cristo. A mediodía, milicianos de la FAI y la CNT nombraron a cinco seglares y luego dijeron: “¡El maestro y el fraile que salgan!”. Se los llevaron a los siete y los fusilaron en el kilómetro 14 de la carretera de Toledo a Ávila, a 9 km. de Torrijos, en el término de Rielves. Sepultado inicialmente en Torrijos, sus restos fueron trasladados en 1942 al cementerio conventual de La Puebla de Montalbán.