Rubio, P. Emilio

  

P. EMILIO RUBIO

Comunidad de La Puebla de Montalbán (Toledo)
El P. Emilio Rubio Fernández nació en Consuegra (Toledo) el 28 de mayo de 1880. Sus padres fueron Félix y Juliana. Tomó el hábito franciscano en Pastrana (Guadalajara) el 31 de mayo de 1895. Allí hizo su profesión temporal el 31 de mayo de 1896. Cursó los estudios de filosofía de 1896 a 1899 en los conventos de Pastrana y de La Puebla de Montalbán (Toledo). En éste hizo su profesión solemne el 4 de junio de 1899, y estudió la teología y cánones. Fue ordenado sacerdote el 19 de marzo de 1904.

De 1904 a 1906 fue profesor de latinidad en el seminario de Segovia. En 1906 fue destinado a Filipinas Fue coadjutor en las parroquias de Camalig y Libmanan. Volvió a España en 1916 y ejerció el apostolado en Pastrana y Segovia. Vivió en el convento de Guadalajara de 1920 a 1923. Ese año fue destinado al seminario de Alcázar y pasó en 1926 al de La Puebla de Montalbán. De nuevo volvió al de Alcázar en 1929 como profesor y rector, oficios que desempeñó en 1932 en el de Pastrana. Para atender a su salud fue destinado ese mismo año a Segovia. En 1934 paso al seminario de La Puebla de Montalbán como profesor y rector hasta 1936.

Fue ejemplar en el ministerio sacerdotal y en aceptar de buen grado los destinos de la obediencia. Como rector y profesor de los seminarios, destacó por su competencia, su celo y sus cualidades pedagógicas, especialmente su paciencia y su buen humor. Admirado y encomiado por sus alumnos, lo fue también por sus hermanos de hábito como religioso ejemplar y buen hermano. Era humilde, sencillo, afable y tenía un gran amor a su vocación y a la Orden. Al empezar la guerra civil española de 1936-39, marchó desde La Puebla de Montalbán a Toledo. Se acogió al colegio-hospital de Tavera, donde ejercían de capellanes los hermanos Gregorio y Toribio Gómez de las Heras. El 21 de julio se prepararon todos a la muerte confesándose y confesando a los que lo desearon. Al tener que salir de él por la llegada de los milicianos, entró con los dos sacerdotes mencionados en casa de una sobrina de éstos. Delatados por una mujer, fueron buscados en esa casa por los milicianos. Al exigir éstos que salieran de las habitaciones, se presentó el P. Emilio con D. Gregorio, ofreciéndose en lugar de D. Toribio. Sacados a la calle, el P. Emilio fue abatido a tiros por los milicianos de la República en la calle de las Airosas, de Toledo, el 22 de julio de 1936. Fue sepultado en el cementerio de Toledo hasta su traslado a Consuegra y posteriormente a la iglesia de San Juan de los Reyes, de Toledo.