Megino Zopico, Luisa


LUISA MEGINO ZOPICO

Santera del santuario de la Virgen de la Antigua de Guadalajara
Nació en Guadalajara el día 17 de Noviembre de 1879, y era hija de Teófilo Manuel Megino y Josefa Zopico. Fue bautizada en la parroquia de San Gil, actualmente no existe, aunque el archivo parroquial se conserva en la parroquia de San Nicolás el Real de Guadalajara, el día 23 de Noviembre de 1879, por D. Valentín Arcadio Díez, siendo su madrina, Epifania Rufina Expósito.

Era la santera del santuario de la Virgen de la Antigua, patrona de Guadalajara. Toda su vida consistió en servir, cuidar y defender el Santuario de Ntra. Sra. de la Antigua de Guadalajara. Cada día se dedicaba al servicio del santuario y de su imagen, recogía las limosnas de los hermanos, pasando, de casa en casa, la capilla que contenía la imagen de la Virgen en tamaño reducido. Con estas pequeñas limosnas y su trabajo, mantenía las necesidades diarias del santuario. Por esta dedicación era muy conocida en la ciudad.

El hecho es que el 22 de Julio de 1936, recién comenzada la Guerra Civil, un grupo de milicianos, se dirigió al Santuario de la Antigua profiriendo gran alboroto. Al llegar a la puerta del santuario, la golpearon para que les abrieran, pero no encontrando respuesta, rociaron todo el santuario con gasolina para quemarlo. Para impedirlo, salió a la puerta Luisa prohibiéndoles el paso con su presencia. Le amenazaron para que se quitara de en medio, pero ella les respondió que sólo podrían hacerlo por encima de su cadáver. Y así lo hicieron, después de fusilarla. Después de perpetrar semejante crimen, hubo discusiones entre los milicianos, marchándose de allí y abandonando su cadáver en la puerta del Santuario. Horas después, llevaron su cadáver al cementerio de Guadalajara donde la enterraron al día siguiente.

Al finalizar la guerra civil, cuando volvió a abrirse el Santuario de Ntra. Sra. de la Antigua al culto, la primera Santa Misa que se celebró fue por el eterno descanso de Luisa, y, el templo se llenó en prueba de agradecimiento a la mujer que dio su vida por amor a la Madre de Dios y consiguió que el Santuario no fuese incendiado. El pueblo fiel y la ciudad de Guadalajara le conceden la fama de mártir por lo que piden su canonización.