Martínez Bermejo, Juan


JUAN MARTÍNEZ BERMEJO

Agricultor
Era natural de Budia, provincia de Guadalajara, y nació el día 30 de Marzo de 1874. Era hijo de Pedro Martínez, labrador, y de Genara Bermejo. Fue bautizado por D. Pablo Cabrada, el 1 de Abril del mismo año, en la parroquia de San Pedro Apóstol de Budia, siendo su madrina Vicente Sánchez natural de Yélamos de Arriba, provincia de Guadalajara. Al igual que su padre, Juan, se dedicaba a la labor del campo, vivía en Budia, y estaba casado con Trinidad Bermejo Cambronero, que era prima hermana de D. Antonio Mayor Bermejo, sacerdote y párroco de Durón. En casa de este matrimonio se refugió D. Antonio, cuando comenzó la persecución religiosa.

Durante menos de dos meses tuvo Juan a D. Antonio en su casa, pues era sabido por todos los vecinos, que allí se ocultaba este sacerdote. Es más, de vez en cuando, las partidas de milicianos llegaban, con algarabía y nocturnidad, a exigirle dinero al sacerdote. El día 2 de Septiembre de 1936, se presentaron los milicianos en casa de Juan, para requerir la presencia del sacerdote en el Ayuntamiento, pero Juan no le dejó marchar solo, y se fue con él. Sus familiares no volvieron a verlos.

Llegaron al Ayuntamiento, y decidieron llevar al sacerdote a Guadalajara, y a Juan le permitieron volver a su casa, sin más. Sin embargo, él decidió acompañar a su pariente y amigo, D. Antonio. Su presencia evitó que llevaran a cabo sus criminales intenciones, y, por fin, llegaron íntegros a Guadalajara, donde fueron encerrados en la Cárcel Provincial. Por causa de un bombardeo en la capital alcarreña por la aviación nacional, los milicianos asaltaron la cárcel y asesinaron a cuantos en ella encontraron. Era el 6 de Diciembre de 1936 cuando Juan entregó su vida por defender, hasta la muerte, a un sacerdote de Cristo. Su defunción esta inscrita en el Registro Civil de Budia, el 24 de Agosto de 1939, donde consta que falleció a consecuencia de heridas producidas por las milicias rojas. Sus familiares, amigos y paisanos le conceden la fama de mártir por lo que piden su canonización.