Coterón Martínez, Eulogio Fausto


EULOGIO FAUSTO COTERÓN MARTÍNEZ

Farmacéutico y Adorador Nocturno
Era natural de Sigüenza, provincia de Guadalajara, y nació el día 5 de Octubre de 1889. Era hijo de Joaquín Coterón Ballesteros, de profesión farmacéutico, y de María Petra Martínez Ramos. Fue bautizado el día 8 del mismo mes y año, en la parroquia de San Pedro, de su ciudad natal, por el párroco D. Gregorio María Gamarra, siendo su padrino su tío, Francisco Martínez Ramos. Tuvo cinco hermanos: Joaquín y cuatro hermanas que fueron religiosas: una Clarisa, otra del Servicio Doméstico y dos Hermanas de la Caridad. Era Terciario Franciscano, de las Conferencias de San Vicente de Paúl y miembro veterano de la Adoración Nocturna de Sigüenza, entre otras hermandades cristianas. Estaba casado con Natividad de la Fuente García, de cuyo matrimonio nacieron cuatro hijos: José María, María Natividad, María del Carmen y Miguel.

A pesar de los deseos de su padre para que secundara, como él y su hermano Joaquín, la carrera farmacéutica, no lo hizo. Abrió su propio comercio en Sigüenza. Su vida cotidiana consistía en asistir a la Santa Misa de nueve en la Catedral comulgando diariamente. Después, abría el comercio y en él se quedaba hasta las ocho o las nueve de la noche, hora en que volvía a casa. Unos días comía en el comercio, los días de mercado, y los otros iba a casa, una media hora aproximadamente, porque entonces no se cerraba para comer. En su casa, cada noche, se rezaba el Rosario en familia. Los domingos iba, con toda la familia a misa, donde comulgaban.

Había recibido amenazas, diciéndole que no trabajara tanto por la causa de Dios porque moriría con las botas puestas. El día 9 de Agosto de 1936, habían asesinado, a su hermano Joaquín y al empleado de éste, Gregorio. Al día siguiente, asaltaron la casa de Eulogio unos milicianos y se lo llevaron. Su esposa llamó por teléfono a los de la F.A.I., a los del P.O.U.M. y a los Comunistas, intentando que lo liberasen y lo consiguió. Volvió a casa el mismo día que se lo llevaron, pero él sabía muy bien lo que le esperaba. Le aconsejaron que se escapara por el Pinar, a lo que contestó: “Si no me encuentran a mí, lo pagarán con mi familia”. Y se quedó en su casa. En ella tenían un oratorio y los pocos días que pasó en su casa estuvo casi todo el tiempo en el Oratorio, de rodillas ante un crucifijo que presidía el altar, y recomendando a su familia que perdonaran a todos. Muchas veces meditó la “recomendación del alma”.

Tres días después, miembros del P.O.U.M. se lo llevaron a la estación de ferrocarril, donde tenían su cuartel. Lo fusilaron cerca del disco de señales ferroviarias, y se ensañaron con su cadáver. Eulogio contaba cuarenta años de edad cuando fue asesinado el día 14 de Agosto de 1936, a las seis de la mañana, perdonando explícitamente a sus asesinos, y entregando su vida por Cristo. Su muerte está inscrita en el Registro Civil de Sigüenza, el día 11 de Junio de 1937. Sus familiares, amigos y paisanos le conceden la fama de mártir por lo que piden su canonización.