Villacastín Sánchez, José
JOSÉ VILLACASTÍN SÁNCHEZ
Juventud de Acción Católica
Nace en San Esteban del Valle, diócesis y provincia de Ávila, a las dos de la tarde del día 18 de septiembre de 1917. Es el último hijo de Damián Villacastín Robles y de Rosa Sánchez Navarro, hermano de Felicidad (nacida en 1905), Ernesto (nacido en 1907, con quien compartirá en 1936 el mismo destino martirial), Octóvila y Victoria (nacida en 1912). Sus abuelos paternos son José María Villacastín Fernández y Paula Robles Villacastín, ya difuntos, y los maternos Narciso Sánchez y Sánchez y Petra de Alcántara Navarro Robles, difunta. Todos son naturales y vecinos de esta Villa.
El día 27 de septiembre de 1917, en la iglesia parroquial de San Esteban del Valle, recibe el bautismo de manos del párroco de la Villa, don Anastasio Mateos Bragado. Son padrinos sus primos Melchor Melanio Pérez y Pérez y su esposa Trinidad Sánchez Villacastín, naturales y vecinos de San Esteban. Son testigos del hecho Domingo Cisneros Guijar y Santiago Cisteros González. Recibe el sacramento de la confirmación el día 30 de abril de 1922, según nota del párroco, don Anastasio Mateos Bragado. Soltero. Pertenece a la Juventud Masculina de Acción Católica.
Con dieciocho años, muere asesinado el 19 de agosto de 1936 junto a su hermano Ernesto y a Avelino Fernández Fernández. De ellos se dice en una partida conjunta, que “perecieron asesinados por los revolucionarios por el solo delito de ser buenos cristianos y personas de orden”. Firma la partida Fortunato Gutiérrez, párroco, el día 17 de octubre de 1936. El mismo párroco, testigo de excepción, escribe en El Diario de Ávila, con fecha del 20 de abril de 1942: “Porque... San Esteban del Valle es semillero de almas piadosas y perfectas, había de aportar su tributo de sangre inocente a la gran obra de la redención de España... Un sacerdote, don Fidelio González Navarro, tres padres de familia: Zacarías González, Justo Díaz y Avelino Fernández; un recién casado, fundador de la Juventud de Acción católica y su primer presidente, Ernesto Villacastín; y dos jóvenes: Helí González y José Villacastín, secretario y socio respectivamente de la Juventud Masculina de Acción Católica, ofrendaron sus vidas en los altares de la religión y de la patria...” Recibe cristiana sepultura en el cementerio de la misma parroquia de San Esteban del Valle. Hoy sigue viva la memoria de su martirio.
El día 27 de septiembre de 1917, en la iglesia parroquial de San Esteban del Valle, recibe el bautismo de manos del párroco de la Villa, don Anastasio Mateos Bragado. Son padrinos sus primos Melchor Melanio Pérez y Pérez y su esposa Trinidad Sánchez Villacastín, naturales y vecinos de San Esteban. Son testigos del hecho Domingo Cisneros Guijar y Santiago Cisteros González. Recibe el sacramento de la confirmación el día 30 de abril de 1922, según nota del párroco, don Anastasio Mateos Bragado. Soltero. Pertenece a la Juventud Masculina de Acción Católica.
Con dieciocho años, muere asesinado el 19 de agosto de 1936 junto a su hermano Ernesto y a Avelino Fernández Fernández. De ellos se dice en una partida conjunta, que “perecieron asesinados por los revolucionarios por el solo delito de ser buenos cristianos y personas de orden”. Firma la partida Fortunato Gutiérrez, párroco, el día 17 de octubre de 1936. El mismo párroco, testigo de excepción, escribe en El Diario de Ávila, con fecha del 20 de abril de 1942: “Porque... San Esteban del Valle es semillero de almas piadosas y perfectas, había de aportar su tributo de sangre inocente a la gran obra de la redención de España... Un sacerdote, don Fidelio González Navarro, tres padres de familia: Zacarías González, Justo Díaz y Avelino Fernández; un recién casado, fundador de la Juventud de Acción católica y su primer presidente, Ernesto Villacastín; y dos jóvenes: Helí González y José Villacastín, secretario y socio respectivamente de la Juventud Masculina de Acción Católica, ofrendaron sus vidas en los altares de la religión y de la patria...” Recibe cristiana sepultura en el cementerio de la misma parroquia de San Esteban del Valle. Hoy sigue viva la memoria de su martirio.