Pedromingo Cotaina, José


PADRE JOSÉ PEDROMINGO COTAINA, S. J.

Jesuita
Era natural de Guadalajara, y nació el 28 de Abril de 1904, hijo de Vicente Pedromingo de la Riva y Catalina Cotaina Concha. Fue bautizado en la Parroquia de San Nicolás del Real el 5 de Mayo de 1904 por D. Pedro Carrasco, siendo su padrino, José M. Aragón González. José, es el primer hijo del matrimonio, aunque pronto vienen a sumársele el resto de sus hermanos: Filomena, Cándida y Mario. Las dos hermanas serán religiosas, como él, y, Mario, también morirá con fama de mártir.

Ingresó en la Compañía de Jesús el día 30 de Julio de 1919, en el noviciado de Granada, profesando sus primeros votos el 31 de Julio de 1921, en la misma ciudad. Su ordenación sacerdotal fue el 7 de Agosto de 1931 en Valkenburg, en Holanda. De 1921 a 1924, cursó sus estudios de humanidades, y, de 1924 a 1927, los de filosofía. En 1927 fue enviado a Villa Devoto, situada en la ciudad de Buenos Aires, en Argentina, donde estudió teología hasta 1929, año en que volvió a Valkenburg, donde finalizó la teología en 1932. En 1933 es enviado a Caldas de Canavezes, en Portugal, para la Tercera Probación, y en 1934 a Madrid, donde estudió ciencias en la universidad.

El Padre Pedromingo se encontraba, eventualmente, con su familia en Romancos, provincia de Guadalajara, cuando fue detenido junto con su padre, en el mes de Julio, y llevados ambos a la cárcel de Guadalajara. Alrededor del día 8 de Agosto, conocerán la triste noticia de que su hermano Mario ya ha sido asesinado por unos milicianos en Brihuega. El 12 de Noviembre de 1936, se le comunica al padre que queda con libertad, quedando José retenido con los demás sacerdotes. El día 6 de Diciembre de 1936, por la tarde, la aviación nacional bombardeaba Guadalajara. Los milicianos, enfurecidos por este hecho, asaltaron la cárcel y fusilaron a todos los detenidos, comenzando por los sacerdotes.

En la capital de Guadalajara, sigue muy vivo el recuerdo de esta trágica ejecución, y, por ello, el pueblo cristiano alcarreño, considerando mártires a todos los que fueron inmolados en estas circunstancias, pide su canonización.