Valentín Barahona, Alejandro
ALEJANDRO VALENTÍN BARAHONA
Párroco de Gárgoles de Abajo
Era natural de Argecilla, provincia de Guadalajara, y nació el día 26 de Febrero de 1881. Era hijo de Buenaventura Valentín y Joaquina Barahona. Fue bautizado por D. Ángel de Nicolás, el día 27 de Febrero de 1881, en la parroquia de San Miguel, Arcángel, de Argecilla, siendo su madrina, Ramona Valentín. A los once años comenzó sus estudios eclesiásticos en el Seminario Conciliar de San Bartolomé de Sigüenza, donde cursó todos los años de la carrera.
Le fue conferido el Sagrado Orden Sacerdotal por el Excmo. Sr. D. Toribio de Minguella y Arnedo, Obispo de Sigüenza, en esta misma ciudad, el día 19 de Diciembre de 1908. Celebró su primera Misa Solemne el día 29 del mismo mes y año. Comenzó su actividad apostólica en la parroquia de Hontanares, provincia de Guadalajara, en la que estuvo un año. Después, en Sacecorbo y Torremocha del Pinar, ambas en la provincia de Guadalajara, y, finalmente, en la parroquia de Gárgoles de Abajo, también en la provincia de Guadalajara.
Al comenzar la Guerra Civil, y, ante la insistencia del alcalde de Gárgoles de Abajo, D. Alejandro, abandonó la casa parroquial el día 29 de Julio de 1936, para refugiarse en otra por espacio de dos meses. La iniciativa del Alcalde fue eficaz, ya que durante este tiempo se ignoró su paradero. Pero, un vecino del pueblo que descubre donde se oculta, lo delata a los milicianos. Así pues, lo detuvieron y se lo llevaron a Cifuentes donde fue encarcelado el día 27 de Septiembre de 1936. Dos días más tardes, fue trasladado a la prisión de Guadalajara. El día 6 de Diciembre de 1936, por la tarde, la aviación nacional bombardeaba Guadalajara. Los milicianos, enfurecidos por este hecho, asaltaron la cárcel y fusilaron a todos los detenidos, comenzando por los sacerdotes. Fue enterrado en el cementerio de Guadalajara.
En la capital de Guadalajara, sigue muy vivo el recuerdo de esta trágica ejecución, y, por ello, el pueblo cristiano alcarreño, considerando mártires a todos los que fueron inmolados en estas circunstancias, pide su canonización..
Le fue conferido el Sagrado Orden Sacerdotal por el Excmo. Sr. D. Toribio de Minguella y Arnedo, Obispo de Sigüenza, en esta misma ciudad, el día 19 de Diciembre de 1908. Celebró su primera Misa Solemne el día 29 del mismo mes y año. Comenzó su actividad apostólica en la parroquia de Hontanares, provincia de Guadalajara, en la que estuvo un año. Después, en Sacecorbo y Torremocha del Pinar, ambas en la provincia de Guadalajara, y, finalmente, en la parroquia de Gárgoles de Abajo, también en la provincia de Guadalajara.
Al comenzar la Guerra Civil, y, ante la insistencia del alcalde de Gárgoles de Abajo, D. Alejandro, abandonó la casa parroquial el día 29 de Julio de 1936, para refugiarse en otra por espacio de dos meses. La iniciativa del Alcalde fue eficaz, ya que durante este tiempo se ignoró su paradero. Pero, un vecino del pueblo que descubre donde se oculta, lo delata a los milicianos. Así pues, lo detuvieron y se lo llevaron a Cifuentes donde fue encarcelado el día 27 de Septiembre de 1936. Dos días más tardes, fue trasladado a la prisión de Guadalajara. El día 6 de Diciembre de 1936, por la tarde, la aviación nacional bombardeaba Guadalajara. Los milicianos, enfurecidos por este hecho, asaltaron la cárcel y fusilaron a todos los detenidos, comenzando por los sacerdotes. Fue enterrado en el cementerio de Guadalajara.
En la capital de Guadalajara, sigue muy vivo el recuerdo de esta trágica ejecución, y, por ello, el pueblo cristiano alcarreño, considerando mártires a todos los que fueron inmolados en estas circunstancias, pide su canonización..