Belinchón González De Mendoza, Saúl
SAÚL BELINCHÓN GONZÁLEZ DE MENDOZA
Labrador
Saúl, labrador, hijo de José Cruz Belinchón Belinchón y de Vicenta González de Mendoza Belinchón, nació en Zarza de Tajo el día 26 de febrero de 1910. Tenía tres hermanas llamadas Laura, Fe y Visitación y dos hermanos, Saúl y Cruz que, como él, fueron asesinados el mismo día y en el mismo lugar. Al igual que sus hermanos, recibió buena educación cristiana, por lo que fue un buen hombre, social y religioso fiel. También se distinguió como trabajador y defensor de la religión católica.
Fue la condición de católicos el motivo de la persecución de estos tres hermanos. Saúl, en compañía de sus hermanos Cruz y José Andrés, huyó del pueblo para librarse de la muerte, pues les habían amenazado. Al cruzar el río Tajo fue descubierto con sus hermanos y detenido en Almoguera (Guadalajara). Fue conducido a la cárcel de Guadalajara y en ella permaneció hasta el día 24 del mismo mes de agosto en que fue asesinado en la carretera de Vicálvaro (Madrid).
Lo asesinaron por su condición de católico. No había otro motivo. Hombre trabajador, bueno y fiel cumplidor de los deberes religiosos, era querido por todos y su vida transcurría con toda tranquilidad en su pueblo con sus padres y hermanos. En medio de la feroz persecución religiosa que reinaba en el pequeño pueblo de Zarza de Tajo, con intención de terminar con la religión católica mataron a este hombre. Murió asesinado el día 24 de agosto de 1936 en la carretera de Vicálvaro (Madrid). Sus familiares, amigos y paisanos lo consideran mártir por lo que piden su canonización.
Fue la condición de católicos el motivo de la persecución de estos tres hermanos. Saúl, en compañía de sus hermanos Cruz y José Andrés, huyó del pueblo para librarse de la muerte, pues les habían amenazado. Al cruzar el río Tajo fue descubierto con sus hermanos y detenido en Almoguera (Guadalajara). Fue conducido a la cárcel de Guadalajara y en ella permaneció hasta el día 24 del mismo mes de agosto en que fue asesinado en la carretera de Vicálvaro (Madrid).
Lo asesinaron por su condición de católico. No había otro motivo. Hombre trabajador, bueno y fiel cumplidor de los deberes religiosos, era querido por todos y su vida transcurría con toda tranquilidad en su pueblo con sus padres y hermanos. En medio de la feroz persecución religiosa que reinaba en el pequeño pueblo de Zarza de Tajo, con intención de terminar con la religión católica mataron a este hombre. Murió asesinado el día 24 de agosto de 1936 en la carretera de Vicálvaro (Madrid). Sus familiares, amigos y paisanos lo consideran mártir por lo que piden su canonización.