Sevilla Ladrón de Guevara, Vicente

  

VICENTE SEVILLA LADRÓN DE GUEVARA

Párroco de La Ventosa
Vicente nació en La Ventosa, provincia y diócesis de Cuenca el día 19 de abril de 1880. Su padre, Luis Sevilla, era propietario de las tierras que él mismo trabajaba. Tuvo dos hijos de su primera mujer: Miguel, que fue también sacerdote, y Concepción. Se casó por segunda vez al enviudar; de ese segundo matrimonio nacieron Amparo, Luis, Anunciación, Manuel, Vicente, Presentación (con la cual vivió en La Ventosa el Siervo de Dios) y Josefa.

Vicente fue bautizado en La Ventosa el día 21 de abril de 1880. Recibió el Diaconado el día 19 de diciembre de 1903 y el Presbiterado el día 28 de marzo de 1904. Ejercía su ministerio en su pueblo natal junto con cuatro sacerdotes más. Iba en borriquilla de pueblo en pueblo para decir las misas que le tocaban y destacaba en la visita a los enfermos y la caridad para con los pobres, a quienes obsequiaba llevándoles algo de leche, y también en el ejercicio de las confesiones. En la Parroquia se rezaba el Rosario diariamente, las flores en el mes de mayo y el mes de junio en honor del Corazón de Jesús en la ermita del Calvario. Durante la guerra desapareció el órgano de la Parroquia, las imágenes y una custodia. El templo fue utilizado como caballería y la ermita como almacén de grano.

El sacerdote huyó a Fuentesclaras pero advertido de que no pasaría nada en el suyo natal volvió para estar entre su rebaño. En ese ambiente, D. Vicente nunca se metió en política. Sin embargo, cierto día de principios de septiembre de 1936 que llegó al pueblo la “Columna del Rosal”, fue detenido, lo metieron en un camión y se lo llevaron para matarlo en la Pradera de San Isidro (Madrid). Fue el día 5 de septiembre. Cuenta que cuando llegó al lugar del martirio ya llevaba la cara ensangrentada debido al maltrato que sufrió durante el camino. Le arrancaron los ojos. El motivo de la tortura y la muerte fue el hecho de ser sacerdote. Sus restos, que habían sido reconocidos en el momento de la muerte, fueron llevados después de la guerra al Valle de los Caídos.