Pérez Galindo, Santiago
SANTIAGO PÉREZ GALINDO
Capellán del Santuario de Nuestra Señora de Rus, de San Clemente
Este Sacerdote nació en Las Pedroñeras, Cuenca, el día 25 de enero de 1880. Ante la insistencia de que quería ser sacerdote, sus padres, con la ayuda del Cura Párroco de las Pedroñeras, lo llevaron al Seminario de Cuenca, donde cursó todos los estudios eclesiásticos. Recibió el Orden Sacerdotal el año 1905.
Nombrado Capellán del Santuario de Nuestra Señora de Rus, de San Clemente, pasó allí junto a la Virgen María toda su vida, distinguiéndose por la devoción a la Santísima Virgen María. Celebraba con gran devoción todos los cultos del Santuario y ayudaba con gran delicadeza y atención a los devotos y peregrinos. Era muy querido por todos los que acudían a este Santuario.
Ya en plena persecución religiosa, el día primero de agosto de 1936, fue buscado por los milicianos, con la intención de matarlo. Fue detenido y lo encarcelaron en Cuenca. Lo soltaron y se ocultó algunos días en el campo. Después pudo llegar a Honrubia, donde estuvo trabajando durante un mes en una huerta, cuyo dueño le daba de comer. El dueño atemorizado le rogó que se marchara. Así lo hizo. Antes de llegar a San Clemente, fue denunciado a los milicianos, que salieron en su busca, hasta que lo encontraron, deteniéndole y encarcelándolo en San Clemente, Cuenca.
El día 7 de octubre, festividad de Nuestra Señora del Rosario, fue sacado de la cárcel, asesinándolo en la carretera de Villarrobledo, Albacete, con un grupo de compañeros de cárcel. Murió el 7 de octubre de 1936, exclusivamente por ser sacerdote y por odio a la fe de Cristo. El que había rezado tantos rosarios a la Virgen María, ante la sagrada imagen de Rus, fue acompañado por la Virgen del Santo Rosario en el difícil trance del martirio.
Nombrado Capellán del Santuario de Nuestra Señora de Rus, de San Clemente, pasó allí junto a la Virgen María toda su vida, distinguiéndose por la devoción a la Santísima Virgen María. Celebraba con gran devoción todos los cultos del Santuario y ayudaba con gran delicadeza y atención a los devotos y peregrinos. Era muy querido por todos los que acudían a este Santuario.
Ya en plena persecución religiosa, el día primero de agosto de 1936, fue buscado por los milicianos, con la intención de matarlo. Fue detenido y lo encarcelaron en Cuenca. Lo soltaron y se ocultó algunos días en el campo. Después pudo llegar a Honrubia, donde estuvo trabajando durante un mes en una huerta, cuyo dueño le daba de comer. El dueño atemorizado le rogó que se marchara. Así lo hizo. Antes de llegar a San Clemente, fue denunciado a los milicianos, que salieron en su busca, hasta que lo encontraron, deteniéndole y encarcelándolo en San Clemente, Cuenca.
El día 7 de octubre, festividad de Nuestra Señora del Rosario, fue sacado de la cárcel, asesinándolo en la carretera de Villarrobledo, Albacete, con un grupo de compañeros de cárcel. Murió el 7 de octubre de 1936, exclusivamente por ser sacerdote y por odio a la fe de Cristo. El que había rezado tantos rosarios a la Virgen María, ante la sagrada imagen de Rus, fue acompañado por la Virgen del Santo Rosario en el difícil trance del martirio.