Langa Bustos, Manuel
MANUEL LANGA BUSTOS
Párroco de Los Hinojosos de la Orden
Nació el 15 de agosto de 1869 en Almonacid del Marquesado, Cuenca. Era el primero de cuatro hermanos: Manuel, Josefa, María de las Virtudes y Dionisio. Después de terminar los estudios eclesiásticos en el Seminario Conciliar de San Julián, fue ordenado Sacerdote el año 1892, siendo destinado como regente de El Acebrón. A partir de 1904 fue Ecónomo de Tribaldos. En el año 1910 desempeñó la función de Párroco en La Hinojosa y en 1913 de Torrejoncillo del Rey. El año 1930 recibió el nombramiento de Párroco de Los Hinojosos de la Orden, Cuenca.
Celoso en extremo del cumplimiento de sus deberes sacerdotales, estuvo al frente de la parroquia de Los Hinojosos hasta que su avanzada edad y el delicado estado de salud no le permitieron cumplirlos, como era su deseo, trasladándose a El Pedernoso, donde su hermano D. Dionisio era párroco. Al iniciarse la Guerra Civil y arreciar la persecución religiosa huyó con su mencionado hermano a Almonacid del Marquesado, su pueblo natal, buscando más seguridad; pero se inició la persecución contra él, viéndose obligado a refugiarse con su hermano en una choza de pastores, donde a causa de las privaciones y disgustos se agravó su estado de salud de manera que, enterados los dirigentes del pueblo, les autorizaron para que volvieran al pueblo con la promesa de que nada les pasaría. Ya en el pueblo fueron encarcelados, siempre diciéndoles que nada les pasaría.
El día 25 de agosto de 1936 se presentaron unos camiones con milicianos de Tarancón y Saelices, los cuales, sin respetar su enfermedad, lo trasladaron al puente del río en Fuentidueña de Tajo (Madrid), donde lo asesinaron, habiendo demostrado hasta el último momento una asombrosa y ejemplar conformidad de la voluntad divina. Murió dando testimonio de su fe y de su sacerdocio.
Murió asesinado el 25 de agosto de 1936 en el puente de Fuentidueña de Tajo, Madrid, sobre el río Tajo, sólo por ser sacerdote y por odio a la fe de Cristo. Se recuerda su muerte y tiene fama de mártir.
Celoso en extremo del cumplimiento de sus deberes sacerdotales, estuvo al frente de la parroquia de Los Hinojosos hasta que su avanzada edad y el delicado estado de salud no le permitieron cumplirlos, como era su deseo, trasladándose a El Pedernoso, donde su hermano D. Dionisio era párroco. Al iniciarse la Guerra Civil y arreciar la persecución religiosa huyó con su mencionado hermano a Almonacid del Marquesado, su pueblo natal, buscando más seguridad; pero se inició la persecución contra él, viéndose obligado a refugiarse con su hermano en una choza de pastores, donde a causa de las privaciones y disgustos se agravó su estado de salud de manera que, enterados los dirigentes del pueblo, les autorizaron para que volvieran al pueblo con la promesa de que nada les pasaría. Ya en el pueblo fueron encarcelados, siempre diciéndoles que nada les pasaría.
El día 25 de agosto de 1936 se presentaron unos camiones con milicianos de Tarancón y Saelices, los cuales, sin respetar su enfermedad, lo trasladaron al puente del río en Fuentidueña de Tajo (Madrid), donde lo asesinaron, habiendo demostrado hasta el último momento una asombrosa y ejemplar conformidad de la voluntad divina. Murió dando testimonio de su fe y de su sacerdocio.
Murió asesinado el 25 de agosto de 1936 en el puente de Fuentidueña de Tajo, Madrid, sobre el río Tajo, sólo por ser sacerdote y por odio a la fe de Cristo. Se recuerda su muerte y tiene fama de mártir.