Pérez, P. Tomás

El P. Tomás Pérez Fraile nació en Pastrana (Guadalajara) el 21 de diciembre de 1874. Sus padres fueron Lorenzo y Petra. Estimulado por el ejemplo de dos hermanos suyos, estudió humanidades en los franciscanos de su pueblo, en cuyo convento vistió el hábito franciscano el 16 de abril de 1890 y profesó de votos temporales en igual fecha de 1891. En el mismo estudió dos años de filosofía. El tercero lo cursó en el convento de La Puebla de Montalbán (Toledo), en donde hizo su profesión solemne el 16 de abril de 1894. De 1894 a 1897 estudió los tres primeros cursos de teología en Consuegra (Toledo). Al curso siguiente, el de cánones en Almagro (Ciudad Real). Fue ordenado sacerdote el 26 de marzo de 1898. Siempre obtuvo buenas calificaciones por su inteligencia, memoria y amor al estudio. Se mostraba además fiel a sus deberes religiosos y con gran sensatez.

Fue preceptor de latinidad en Belmonte (Cuenca) y Segovia de 1900 a 1904. Volvió a Belmonte como profesor de 1904 a 1907. Desde esta fecha hasta 1912 fue confesor, predicador conventual, profesor y maestro de disciplina de estudiantes profesos en La Puebla de Montalbán. En 1912 fue nombrado superior de la comunidad y primer rector del seminario menor franciscano de Belmonte.

En 1914 pasó como vicario al convento de Ntra. Sra. de los Ángeles, de Manila. De 1917 a 1920 fue Comisario Provincial de la Orden en Filipinas. De 1920 a 1923, Guardián del convento de Pastrana. De 1923 a 1929 residió en el convento de Segovia y fue definidor provincial y Pro-Vicario de religiosas. En 1929 volvió como Guardián a Pastrana, sede del filosofado. De 1932 a 1935 fue Guardián del convento-teologado de Consuegra. Siempre fue diligente en sus deberes, yendo delante de los súbditos con el ejemplo y procurando con firmeza que todos cumpliesen los compromisos de la vida religiosa, aunque esto le acarrease antipatías. En 1935 fue destinado a Almonacid de Zorita (Guadalajara) como capellán de las concepcionistas franciscanas.

Allí residía cuando comenzó la guerra civil española. Diez días después, el 28 de julio, se trasladó a su pueblo natal, Pastrana, cercano a Almonacid. Fue acogido por un familiar suyo y permaneció en su casa hasta que fue encarcelado. Allí llevó vida de oración y se confesó varias veces con su hermano el P. Lorenzo, también franciscano.

El 31 de agosto llegaron a Pastrana milicianos de Madrid y detuvieron a 20 personas, entre ellas al P. Tomás y a otros dos franciscanos, el P. Juan Sánchez-Seco y Fr. Eusebio García-de-la-Tenaza. Los veinte detenidos fueron llevados a Madrid y encarcelados en la checa de la calle Velázquez. Los franciscanos dedicaron mucho tiempo a la oración y se confesaron. El P. Tomás estaba sereno, confesó a algunos reclusos y les exhortó a morir por Dios. En la madrugada del 3 de septiembre de 1936, el P. Tomás, los otros dos franciscanos (el P. Juan Sánchez-Seco y Fr. Eusebio) y un seglar fueron sacados de la checa y fusilados cerca de la plaza de Legazpi en Madrid. Fueron inhumados el día 4 en el cementerio de la Almudena, de Madrid.