Ríos Martín Rueda, Manuel de los


MANUEL DE LOS RÍOS MARTÍN RUEDA

Vicesecretario de Cámara del Arzobispado de Toledo
Manuel era natural de Talavera de la Reina (Toledo) el 16 de noviembre de 1903. Ingresó en el Seminario Conciliar de Toledo el 12 de septiembre de 1918. En 1922 fue nombrado profesor de Seises en Toledo. En 1923 obtuvo una beca para ingresar en el Pontificio Colegio Español de San José en Roma, donde enseguida fue nombrado director de la Schola cantorum. Se ordenó sacerdote en Roma el 19 de marzo de 1927, después de una brillante académica, pues siempre obtuvo la calificación de meritissimus y casi todos los años el primer premio. Había cursado estudios en el Pontificio Instituto Bíblico de Roma. El 20 de marzo de 1927 celebró su primera misa junto a la tumba de San Pedro. El 17 de julio de 1927, tras regresar a su ciudad natal, celebró para los suyos una primera misa en el Asilo de San Prudencio. El 15 de junio de 1929 se doctoró en Sagrada Teología en Roma. El 1 de noviembre de 1929 fue nombrado cura ecónomo de Bocígano (Guadalajara). Al comenzar el curso 1930 fue nombrado director del Seminario Menor de San Joaquín de Talavera de la Reina. El año 1934, y en un solo curso hizo los seis del Grado de Bachiller. El 1 de enero de 1936 fue nombrado Vicesecretario de Cámara del Arzobispado de Toledo.

Don Manuel de los Ríos era una esperanza para la Diócesis. A punto de doctorarse en Sagrada Escritura, colaboraba en Verbum Domini y preparaba un comentario crítico a la Epístola de San Pablo a los de Éfeso, que formarían parte de una comentario español a la Sagrada Escritura, obra que había de realizarse por colaboración de varios escrituristas nacionales. Compartía un modesto piso cercano a la Catedral con don José María Maldonado, capellán de Reyes de la S.I.C.P. de Toledo. En la tarde del 30 de julio de 1936 los milicianos llegaron a la casa de Don José María y Don Manuel, y los condujeron a menos de un centenar de metros, a la Plaza de la Cabeza de Toledo. Según se contó murieron mientras se abrazaban bajo el fuego de los fusiles. En la novela histórica “Toledo 1936, Ciudad mártir” se narra la siguiente escena histórica, puesto que la Postulación conserva la carta original de doña Petra Santiago. Unas dramáticas letras Cuando anochece por completo, Petra Santiago está escribiendo a un señor de Talavera de la Reina (Toledo). Por fin se ha decidido. Lleva varios días esperando que regresen sus inquilinos y no lo hacen. Ella es la casera donde residían dos sacerdotes. El día 30 vinieron a por ellos. Se trataba de Don Manuel de los Ríos Martín Rueda y de Don José María Maldonado Valverde. La carta se la dirige al padre de Don Manuel. Toledo, 3 de agosto de 1936 Sr. Don Manuel de los Ríos Talavera de la Reina Muy señor mío: Recibí su carta que me impresionó mucho, porque los sucesos acaecidos en ésta me tienen desolada. El día 30 pasado (y voy a referirle toda la verdad, aunque me cueste mucha pena) vinieron buscando a su hijo y a otro sacerdote que vivía también en esta casa. Sin oponer resistencia ninguna, siguieron a los que les buscaban y aunque con certeza no sé lo que sería de ellos, me supongo que el desenlace habrá sido funesto. Siento en el alma el tener que ser yo la que le comunique noticias tan poco consoladoras; y tenga usted la certeza de que comparto con usted su pena... Suya afirmísima: Petra Santiago. PostData: Me permito aconsejarle, aunque me hago cargo de su intranquilidad, que hasta que esto se tranquilice no trate de venir por ésta.